La artista Cristina Martínez (México, 1976) celebra su primera exposición individual en el Centro Cultural Juan Rulfo, con el título Territorios, para ello seleccionó algunas de las obras más representativas de cada etapa de su pintura.
La creadora reconoce que es un logro muy gratificante mostrar al espectador algunas de sus pinturas que abarcan un periodo de quince años, en el que expresa la belleza que ve en la naturaleza y los detalles de un microespacio.
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“Muestro un proceso de evolución que he tenido con mis maestros desde el dibujo hasta mis últimas pinturas, al igual que una maduración tanto personal como pictórica. El público puede apreciar un recorrido por el cual ha atravesado mi pintura en estos diferentes Territorios”.
Detalla que el título de la muestra, que inaugura este sábado 27 de abril, tiene que ver con que ha estado inmersa pintando volcanes, marinas, canales y cactáceas.
La exhibición la conforman 21 obras, de las cuales 16 son obras en pastel y cinco óleos.
Refiere que pinta “volcanes porque ciudad de México está rodeada de más de 30 volcanes y gracias a ellos tenemos un clima extraordinario; marinas porque México tiene el Océano Pacifico y el Atlántico: canales porque la ciudad de México se fundó sobre un lago con canales y ahora irónicamente se está quedando sin agua, y cactáceas porque México tiene la reserva más grande de cactáceas ubicada entre Puebla y Oaxaca llamada Reserva de la Biosfera de Tehuacán-Cuicatlán”.
Su interés es que el público aprecie lo asombrosas que son las cactáceas al crecer en lugares tan agrestes y florecer para ser polinizadas por los colibrís e insectos.
Dice que el espectador también apreciará cómo su obra ha evolucionado de pintar macro universos como los volcanes a pintar micro universos como las cactáceas.
“Mi obra más reciente ofrece composiciones donde empiezo a jugar con los patrones, formas caprichosas, seductoras y una variedad cromática de colores de las cactáceas donde busco que interactúen entre ellas”, indica Martínez que abandonó su carrera en ingeniería en alimentos, por seguir su pasión por el arte.
—¿Por qué su interés en el paisaje?
El paisaje es el entorno en el cual vivimos y estamos inmersos. El paisaje me da la sensación de libertad, me vuelve más elemental y también me reubica al hacerme sentir que soy parte de un todo que muchas veces estando en la ciudad se olvida. El paisaje es un reto porque se tiene que vivir cuando lo hueles, lo sientes con calor o frío, su humedad, el polvo. Esto quiero trasmitirlo con trazos, pero primero tengo que entender el espacio y que mejor manera que estando en contacto con el paisaje.
Mi elección por el paisaje surge porque aquí aprendí a percibir la sensación de atmosfera, perspectiva, luz, sombras, volúmenes, colores que me han servido para poder evolucionar en mi pintura. También en el paisaje descubrí que existe un mundo donde las cosas más pequeñas que lo conforman tienen una riqueza extraordinaria para transmitir en la pintura y así empecé a evolucionar en mi pintura al pintar de macro universos a micro universos.
—¿Es admiradora del paisajista José María Velasco?
Sí, Velasco ha sido el más grande paisajista de la pintura mexicana, él expresó la belleza que tenía México en el siglo XIX, con su luz, su paleta y su extraordinario dibujo que manejaba al igual que sus detalles, los cuales logran un realismo que se siente. Al ser él un naturalista atraído por la botánica y zoología quiero darle continuidad a su legado como como pintora naturalista.
—¿Qué hay en su pintura de las enseñanzas de su maestro Jorge Obregón?
Mi pintura se ve influenciada por el maestro Jorge Obregón (artista de la Colección MILENIO Arte) en los volcanes, porque es la parte más temprana de mi obra, el me abrió la puerta al paisaje y gracias a sus talleres que realiza con salidas al campo he aprendido a observar elementos fundamentales del paisaje como luz, perspectiva, atmósfera, los cuales son esenciales para entender la pintura.
—¿Cuál es la razón de pintar los volcanes?
Los volcanes los conocí por el maestro Obregón y con él inicié mi camino por el paisajismo, a mí me gustaron porque vivimos en una ciudad rodeada de volcanes y este es el territorio en el cual estoy inmersa viviendo. Empecé a subirlos, y conforme avanzaba para llegar a la cima era como una comunión con la montaña, una vez abajo me daban ganas de expresar con mis pinturas lo que había vivido y se volvía otro reto diferente.
—¿Cuál es su búsqueda en la pintura, cómo ha construido su lenguaje plásticos?
Yo con la pintura busco expresar la belleza que nos ofrece la naturaleza, mostrar nuestros territorios con mi interpretación por ejemplo el cuadro de Xochimilco habla de un territorio y una tradición que nos sigue con su historia porque en el cuadro se muestra una trajinera con cempasúchil, las cuales son cultivadas ahí para el Día de muertos que aún sigue viva esa tradición sin embargo el canal se está secando. ¿Qué perdurará más?
Otro caso son mis cuadros de cactáceas con colibrís, en la época prehispánica el colibrí simboliza una criatura mística que simboliza valentía, un guerrero caído en batalla, para mí siguen siendo unos guerreros y mensajeros que aletean sobre flores rodeadas de espinas para ser las únicas aves polinizadoras y yo expreso su alegría, adaptabilidad , fuerza y libertad con su fantástica gama de color que tiene su plumaje y en conjunto con la cactácea hablo de un equilibrio de fragilidad, fuerza y adaptabilidad en ambas partes. Yo me inspiro con su fascinante colorido que tiene estas hermosas aves.
La muestra Territorios en el Centro Cultural Juan Rulfo, ubicado en Campana 59, en la colonia Insurgentes Mixcoac, se podrá visitar hasta el 26 de mayo.
PCL