Nature morte (Naturaleza muerta), un óleo sencillo que el artista Pablo Picasso pintó en 1921, será ofertado en una rifa con fines benéficos.
Su actual propietario, David Nahmad, multimillonario y coleccionista de arte, no recuerda exactamente por qué compró la obra, pero su olvido es quizás comprensible porque posee aproximadamente 300 obras del genio español,
“Hemos comprado tantos Picasso, que no recuerdo la razón específica”, reveló Nahmad en una entrevista desde su residencia en Mónaco.
La pintura de Picasso servirá para una causa benéfica. Los boletos, que se venden por Internet, cuestan 100 euros (2,350 pesos) cada uno.
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El experimentado coleccionista recibirá un millón de euros por el cuadro, pero dice que vale “al menos dos, tres veces” eso.
“Esta rifa no habría tenido éxito si el nombre no fuese Picasso. Intenté proponer otros nombres de artistas. Pero no funcionaría, porque querían un nombre que atrajese a todo el mundo. Tiene que ser Picasso. Picasso es el nombre mágico”, dijo.
La rifa se celebrará en París el 30 de marzo. Las organizadoras Péri Cochin, una productora de televisión, y Arabelle Reille, una historiadora del arte, esperan vender 200.000 boletos para recaudar millones con los que llevar agua a aldeas en Camerún, Madagascar y Marruecos.
Decidieron pagarle el cuadro a Nahmad, en lugar de pedir una donación, porque con esto esperan animar a otros coleccionistas o galeristas a separarse de sus Picasso para futuros eventos.
“Primero David dijo, ‘No creo que tenga un cuadro por un millón de euros. Tengo pinturas realmente bonitas que valen mucho más que eso. ¿Pero saben qué? Veamos juntos mi libreta, mi libreta de colección, y tratemos de encontrar algo juntos’”, recordó Reille.
Un coleccionista legendario
Nahmad, de 72 años, comenzó a comerciar arte con sus hermanos en la década de 1960, pagando apenas 5.000 dólares por obras de Picasso y construyendo la colección de arte que los hizo multimillonarios. Su suntuosa residencia en Mónaco queda en una de las direcciones más buscadas por ricos y famosos en el principado, con espectaculares vistas al Mediterráneo.
El millonario reveló que sus obras son tan preciadas como hijos para él y que separarse de ellas le resulta difícil. Rememoró sus primeras adquisiciones de obras del surrealista belga René Magritte, el pintor irlandés Francis Bacon y otros cuando todavía podían conseguirse baratas.
Agregó que su ambición “antes de morir” es seguir mejorando su fabulosa colección, que describió como "un ser viviente”.
yhc