A través de los retratos que tomaron los cuatro grandes fotógrafos de su vida, el mito Marilyn Monroe vive en una exposición que junta por primera vez sus imágenes.
Sam Shaw, Milton H. Greene, André de Dienes y Bert Stern, quienes retrataron a Monroe más allá de su imagen extremadamente sexualizada, nunca antes habían expuesto conjuntamente.
Este verano se cumplen 57 años de su muerte y la galería Joseph, en el barrio parisino de Le Marais, refleja la metamorfosis de la joven Norma Jeane en icono del siglo XX a través de fotografías, portadas de revistas o carteles de cine, algunos desconocidos hasta el momento.
De Dienes fue el primero en inmortalizarla cuando esta tenía 19 años y no había cambiado su nombre por Marilyn Monroe.
La exposición Divine Marilyn cuenta con 200 imágenes, desde pequeña hasta semanas antes de morir. Además, documentos de la agencia donde empezó como modelo y una ficha con sus medidas y atributos físicos.
La exposición incluye la ineludible imagen del vestido blanco levantado por el aire, una de las escenas de Shaw, quien pasó 10 años retratándola, y otras de Greene, con quien creó una productora cinematográfica que produjo las películas Bus Stop y The Prince and the Showgirl.
Otra sala expone unas de las sesiones más míticas de la historia de la fotografía capturadas por Stern en 1962. En ellas se ve a Marilyn con ropa muy transparente y sin maquillaje en el cuerpo: “Tenía una cicatriz y no quiso tapársela, quiso hacer las fotos de manera natural”, explicó el galerista, Michael Timsit.
Las imágenes solo habían visto la luz en monográficos y nunca por más de 15 días en el mismo lugar, y se expondrán hasta el 22 de septiembre en la capital francesa.
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SESIÓN PROHIBIDA
El que pudo ser su último trabajo frente a una cámara se dividió en dos sesiones porque tuvo que repetirse: “Las fotos fueron presentadas a Vogue, pero al ser escandalosas para la época no se publicaron, hubo que rehacerlas", contó Timsit.