El editor y escritor Daniel Goldin renunció a la dirección de la Biblioteca Vasconcelos "por así responder a [sus] intereses", aseguró la Dirección General de Bibliotecas en un comunicado difundido por la Secretaría de Cultura.
En otro texto firmado por Marx Arriaga, director general de Bibliotecas, se lee que Goldin —que había sido ratificado el 4 de diciembre— presentó su renuncia el 31 de enero por "desacuerdos en el manejo del personal".
No obstante, varios miembros de la comunidad cultural han exhibido su malestar en Twitter luego de que se dijera que Goldin fue despedido de mal modo.
Julio Patán, retomando esa información, escribió que el promotor de la lectura fue echado "con una prepotencia espantosa".
El editor y narrador Eduardo Rabasa —colaborador de MILENIO al igual que Patán— reconoció la transformación positiva de la institución durante la gestión de Goldin.
Luigi Amara siguió la línea de su colega, aludiendo al "admirable giro que había dado la biblioteca".
Marisol Schulz, directora de la FIL Guadalajara, recordó la trayectoria de Daniel Goldin y compartió su solidaridad.
El poeta y ensayista Aurelio Asiain cuestionó a la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto: "¿No se merece por lo menos una disculpa?", reprochó.
Brenda Lozano, autora de Todo nada y Cuaderno ideal, hizo lo propio, pero su pregunta estuvo dirigida al director general de Bibliotecas.
"¿Quién podría igualar su experiencia como creador de lectores durante más de 30 años?", se pregunta Martín Solares, editor y autor de No manden flores.
La salida de Goldin viene precedida del despido de varios trabajadores. Marx Arriaga, sin embargo, anunció que la Vasconcelos "estará funcionando al cien por ciento en los próximos días. Todas sus salas estarán abiertas al público de manera habitual".
Mientras tanto, hoy en la Biblioteca Vasconcelos están comiendo tamales:
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