“En el margen es donde está lo que más me interesa”: Diana del Ángel

Diana del Ángel (Ciudad de México, 1982) trabajó arduamente en el libro Procesos de la noche, en el que narra la odisea judicial sobre el asesinato de Julio César Mondragón en Guerrero, una investigación larga en la que incluso hubo algunos incidentes de seguridad.

Ahora la escritora y defensora de los derechos humanos decidió salir del tema y escribir cuentos para su libro Periferia (Almadía), relatos que giraban en su cabeza desde hace tiempo, en los que pudo jugar con las formas y divertirse.

—¿Por qué te aventuraste en el género del cuento?

Cuando comencé a escribir yo quería ser cuentista, pero como que no me salían muy bien. En los talleres me decían que no tenían mucha acción y me sugirieron intentarlo con la poesía. Pero después de haber escrito la crónica de Julio César Mondragón fue cuando se me ocurrieron estos cuentos.

—¿Escribirlos fue un escape?

Sí, escribí los cuentos para distraerme de ese proceso y por eso son breves. También tienen mucho humor porque la idea era divertirme cuando estaba escribiendo.

—¿Qué buscabas como cuentista?

Busqué mucho el humor que hay en el cuento y en la ficción como una salida de la realidad pero obviamente para volver a ella. Mi intención era divertirme y la gente que ya los leyó también se ha divertido, eso me gusta.

—¿Qué es la periferia para ti?

Tiene varios sentidos, uno de los más evidentes es la geográfica, estas zonas urbanas que están alrededor de los centros, de las metrópolis como la capital. Serían el Estado de México o algunas delegaciones. Otro sentido es el que tiene que ver con esta marginalidad de algunos seres que habitan la periferia, pero hay seres a los que los habita la periferia, que son marginales en sí mismos, independientemente de donde estén.

—¿Cuál es el relato en el que juegas con las formas?

Es un tercer sentido de la periferia que tiene que ver con géneros textuales, que usualmente no están asociados a la ficción. Intento jugar con eso, justo en el margen es donde está lo que más me interesa. El cuento simula ser un artículo académico y por eso buena parte de la acción ocurre en las notas a pie de página que son la periferia dentro de ese tipo de textos.

Periferia reúne distintas historias y voces, como patrones, una secta, alguien que espera la llegada de Quetzalcóatl, curanderas y sicarios. Ellos son parte de las historias que se viven en las ciudades y en relatos como “Productos para limpieza Lulú”, “La Raza/Labob”, “Desechables” o “El mar de heladas sombras”, entre otros.

—¿Uno de los temas es la mujer y las violencias?

Son las cosas que más me interesan; es la situación de la mujer en la actualidad en México y también en la periferia. Es un tema que está súper asociado a la mujer, no solo esta periferia geográfica donde ocurre la mayor cantidad de feminicidios, abuso sexual o violencia de género, simplemente pensando en que la mujer, en cierto modo, es un ser periférico y es una preocupación central de mi obra, tanto creativa como académica.

—¿Los cuentos son como un pequeño universo?

Sin duda, y es lo padre porque caben muchísimas cosas más allá de lo que está escrito. Creo que el cuento en sí mismo es una serie de impulsos narrativos. Hay una historia central pero trae otros elementos que se van dejando ahí para que el lector los reciba, los interprete o no les haga caso, que tenga esa libertad.

Escritora y defensora

Diana del Ángel es poeta, ensayista y defensora de derechos humanos. Fue ganadora de la Primera Residencia Literaria Ventura + Almadía en Oaxaca con la que pudo terminar Procesos de la noche.

El libro narra la odisea judicial que la familia de Julio César Mondragón tuvo que emprender para poder esclarecer la verdad sobre su asesinato, sucedido en el contexto del caso Ayotzinapa. El caso de Julio sobresale por haber sido la evidencia más explícita de la violencia empleada en Iguala contra los estudiantes de la normal de Ayotzinapa, que derivó en la desaparición de 43 de ellos.

PCL