El mural inédito del pintor mexicano Diego Rivera La Ciencia Química presente en las principales actividades productoras útiles a la sociedad humana se proyectó la noche de este 1 de diciembre en una de las paredes del edificio de la Facultad de Química de la Universidad Autónoma de México, en el marco del 105 Aniversario.
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Con el apoyo de la tecnología se apreciaron los primeros trazos de esta obra que realizó el muralista con grafitito, y posteriormente cada uno de los cuadros se fueron rellenando con color, para exhibir la forma que cómo hubiera lucido ese mural que nunca se realizó.
Quien presentó esa obra, cuyos originales salieron en 2002 en Christie’s, fue Carlos Amador Bedolla, el director de la Facultad de Química de la UNAM, quien antes, pidió un minuto de silencio en memoria de las personas que han fallecido en los últimos 20 meses a consecuencia de la pandemia del coronavirus.
“Nos gustan las efemérides y aprovechamos que hemos ganado en el pasado reciente, para que se considere el 1 de diciembre el día del químico, la química y el químique”.
Recordó que la actual facultad de química inició su historia como la Escuela Nacional de Química Industrial hace 105 años y hace 65 años inició su traslado la Escuela Nacional de Ciencias Químicas a Ciudad Universitaria en 1956.
“Si bien muchos aspectos de la historia de la facultad están registradas en el libro que publicamos al cumplir 100 años solo podemos imaginar la infinidad de historias sobre los detalles de esa construcción, de esa mudanza, de la adaptación final de los espacios, de lo que no se había construido y hubo que hacer de urgencia de último momento, es interesante para la celebración del día de hoy, sobre lo que estuvo planeado pero que a la mera hora, por las prisas y los costos no se pudo llevar a cabo finalmente”, relató.
Ante la presencia del rector Enrique Graue, y Diego López Rivera, nieto del maestro Diego Rivera; Amador Bedolla, desatacó que para celebrar se asomaron a un pedazo de la historia.
“Hace algunos años se planteó por primera vez la creación de una obra diseñada para la facultad, y que a saber por qué nunca se llevó a cabo, me refiero a La Ciencia Química presente en las principales actividades productoras útiles a la sociedad humana, de nuestro afamado muralista Diego Rivera, planteamiento imposible de siquiera iniciar por múltiples razones ¿cómo hacer ese mural? ¿Cómo obtener el financiamiento? ¿Cómo conseguir los permisos?”.
Compartió que esa idea fue mencionada en otras ocasiones a lo largo del tiempo pues se debería de aprovechar la distinción.
“De la que habíamos sido objeto a través del diseño de esta obra por parte del maestro Rivera, la pregunta era: ¿cómo no incluir esa pieza de arte en el patrimonio cultural de la humanidad? sin embargo esa idea acabó siempre por ser necesariamente desechada”.
Afortunadamente, detalló, la modernidad tiene muchas ventajas y ahora en esta celebración gracias a la tecnología moderna, en la que seguramente hay contribuciones de la química, se verá “terminada” esa obra.
“Y conocer así lo que pudo haber sido la apariencia permanente de nuestro edificio principal, ese mural diseñado en los años 50 del siglo pasado, revela datos sobre ¿quiénes éramos los mexicanos y quiénes éramos las químicas? ¿Cómo se veía nuestra profesión y qué se esperaba de nosotros? ¿Cómo veíamos el presente y como veíamos el futuro? todo esto a través de la interpretación artística del muralismo mexicano y sus aficiones deseos y esperanzas”.
En su intervención, Carmina Montiel Pacheco, Consejera Técnica de la Facultad de Química, reiteró que para la Escuela Nacional de la década de los cincuenta, Diego Rivera diseñó una obra para los muros, con lo que se reafirma que la ciencia y el arte no son ajenos uno de otro, fue algo que Diego Rivera siempre plasmó en su obra así como su pensamiento social y crítico”.
caov