La diversidad cultural, un recurso valioso para alcanzar los objetivos de desarrollo

Para Audrey Azoulay, directora general de la Unesco, la crisis por el covid-19 podría profundizar las desigualdades y hacer que las comunidades sean vulnerables.

La diversidad cultural, básica para el desarrollo de las naciones (Unesco).
Ciudad de México /

Tras la adopción de la Declaración Universal de la Unesco sobre la Diversidad Cultural en 2001, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 21 de mayo como "Día Mundial de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo". La celebración busca profundizar en los valores de la diversidad cultural. 

En su momento, Irina Bokova, quien fuera directora general de la UNESCO, expresó que "nuestra diversidad cultural es patrimonio común de la humanidad. Es una fuente de renovación de las ideas y las sociedades que nos permite abrirnos a los demás y concebir nuevas formas de pensar. Esta diversidad es una oportunidad para la paz y el desarrollo sostenible: para combatir la pobreza, promover la igualdad de género, la educación de calidad o los derechos humanos, y debemos incorporarla plenamente en las estrategias mundiales".

La diversidad cultural abarca desde la concepción hasta la producción de productos audiovisuales, el espectáculo vivo y en los nuevos medios de comunicación, desde la edición hasta las artes visuales... es una diversidad creadora. Genera empleos e ingresos, lleva consigo identidades y referencias colectivas, y contribuye a la cohesión social y a la autoestima en un mundo globalizado.

Audrey Azoulay, actual directora general de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, expresa en tiempos de cuarentena por la pandemia de coronavirus, que "los medios técnicos de que disponemos hoy en día han compensado la estrechez de los espacios confinados. Hemos visto florecer iniciativas que han renovado el interés por las prácticas culturales en todo el mundo y han puesto de relevo su abundante riqueza. Gracias a las acciones coordinadas, las iniciativas originales y la creatividad, este tiempo de inactividad impuesta ha permitido ver una de las riquezas de la humanidad: nuestra diversidad".

¿Por qué importa la diversidad?

Las tres cuartas partes de los mayores conflictos tienen una dimensión cultural. Superar la división entre las culturas es urgente y necesario para la paz, la estabilidad y el desarrollo. 

La diversidad cultural es una fuerza motriz del desarrollo, en el crecimiento económico, la vida intelectual, afectiva, moral y espiritual. Todo esto está presente en las siete convenciones de la cultura, que proporcionan una base sólida para la promoción de la diversidad cultural. Esta diversidad es un componente indispensable para reducir la pobreza y alcanzar la meta del desarrollo sostenible, gracias, entre otros, al dispositivo normativo, hoy día ya completo, elaborado en el ámbito cultural.

El impacto del covid-19 en la cultura

En la página de las Naciones Unidas, Azoulay reseña: "Hay sitios vacíos del Patrimonio Mundial de la UNESCO, eventos culturales cancelados, instituciones culturales cerradas, prácticas culturales comunitarias suspendidas, mayor riesgo de saqueo de sitios culturales y de caza furtiva en sitios naturales, artistas que no pueden llegar a fin de mes y el sector del turismo cultural muy afectado".

El impacto del covid-19 en el sector cultural se está sintiendo en todo el mundo. Este impacto es social, económico y político, ya que afecta al derecho fundamental de acceso a la cultura, los derechos sociales de los artistas y los profesionales de la creación y la protección de las diferentes expresiones culturales.

"La crisis que se desarrolla corre el riesgo de profundizar las desigualdades y hacer que las comunidades sean vulnerables. Además, las industrias creativas y culturales contribuyen con dos millones 250 mil dólares a la economía global (3% del PIB) y representan 29.5 millones de empleos en todo el mundo. Las consecuencias económicas de no abordar el sector cultural, y todos los servicios auxiliares, particularmente en el sector turístico, también podrían ser desastrosos."

 La Unesco ha puesto en marcha el movimiento ResiliArt, para encontrar formas de fomentar la protección y promoción de la diversidad cultural en tiempos difíciles. "La crisis actual debe dar lugar a una toma de conciencia y nuevos esfuerzos para que pueden perdurar y desarrollarse formas culturales variadas y estructuras florecientes que ya existían. La crisis ha sacado a la luz las dificultades que en muchos casos ya estaban presentes anteriormente", finaliza.

vmb

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