El arqueólogo y antropólogo mexicano, fundador y director de 1978 a 1982 del Proyecto Templo Mayor, Eduardo Matos Moctezuma (Ciudad de México, 1940), fue galardonado con el Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales 2022 por su “excepcional contribución al conocimiento de las sociedades y culturas prehispánicas” y “su ayuda a reconstruir civilizaciones de México y Mesoamérica”.
Según el acta del jurado, Matos Moctezuma, máximo responsable de las excavaciones y estudios en la ciudad de Tenochtitlan, obtuvo el premio en reconocimiento “al extraordinario rigor intelectual del premiado para reconstruir las civilizaciones de México y Mesoamérica, y para hacer que dicha herencia se incorpore con objetividad y libre de cualquier mito”.
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El fallo del jurado señala que los trabajos del mexicano, graduado en a UNAM, “en Tula, Teotihuacán y, muy especialmente, en el Templo Mayor de Tenochtitlan constituyen, por la intensidad y la continuidad de la investigación de campo, páginas ejemplares del desarrollo científico de la arqueología y del diálogo fecundo con el pasado, entre culturas distintas y entre las ciencias sociales y humanas”.
Cada año, el premio busca distinguir la labor creadora y de investigación de la historia, el derecho, la lingüística, la pedagogía, la ciencia política, la psicología, la sociología, la ética, la filosofía, la geografía, la economía, la demografía y la antropología, así como todas aquellas disciplinas correspondientes a cada ámbito.
La biografía de Matos Moctezuma quedó marcada ya en sus pautas iniciales, cuando era un niño abrumado por la decisión de a qué dedicarse en el futuro. Su voluntad se movía en el desasosegante territorio de las elecciones últimas y es ahí donde un libro imprevisto se convirtió en un capital providencial para su posterior porvenir y carrera. La lectura de “Dioses, tumbas y sabios”, de C. W. Ceram, un clásico de la arqueología y uno de esos volúmenes que fascina a todo adolescente, esa época ingenua donde todos sueñan con desenterrar tesoros milenarios y encontrar restos de reyes míticos ataviados con corazas y coronas de oro, le indicó el camino que debía tomar.
Un descubridor
Eduardo Matos Moctezuma es historiador y antropólogo, y es el fundador del proyecto Templo Mayor en México, una serie de excavaciones dedicadas a recuperar la ciudad mexica de Tenochtitlan, que el español Hernán Cortés tomó el 13 de agosto de 1521, que comenzaron en 1978 y al que se deben importantes hallazgos arqueológicos y un largo sendero de descubrimientos que han arrojado luz nueva sobre aquellos sucesos del pasado y sobre cómo era la capital de los aztecas. Por este motivo le otorgaron el Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales.
Cuando a Eduardo Matos Moctezuma preguntaron por su apellido y por si tenía alguna relación con Moctezuma, declaró que lo ignoraba y dio una explicación sencilla y clara: “Los españoles lo convirtieron en un título. Desde luego son muy pocos los que lo llevan”.
El premiado es un maestro de la disciplina arqueológica mexicana y también la persona que indicó el nacimiento de esta asignatura en México al datarla con el descubrimiento de Coatlicue y la llamada Piedra del Sol, que supusieron un hito a finales del siglo XVIII.
Cuando se decidió a investigar el recinto sagrado de Tenochtitlán no se figuraba que esto supondría un antes y un después en su carrera profesional, a pesar de que en su currículum sobresaldrían otros trabajos en enclaves tan destacados como Bonampak, Teotihuacán, Tula o Comalcalco.
El jurado de este Premio -convocado por la Fundación Princesa de Asturias– estuvo presidido por Emilio Lamo de Espinosa Michels de Champourcin e integrado por Paz Battaner Arias, Javier Echeverría Ezponda, Juan Pablo Fusi Aizpurúa, Mauro Guillén Rodríguez, Óscar Loureda Lamas, Araceli Mangas Martín, Manuel Menéndez Menéndez, Jaime Montalvo Correa, Montserrat Moreno Marimón, Jaime Pérez Renovales, Rafael Puyol Antolín, Fernando Vallespín Oña y Marta Elvira Rojo (secretaria).
La candidatura fue propuesta por Adolfo Castañón, secretario de la Academia Mexicana de la Lengua, Premio Príncipe de Asturias de la Concordia 2000, y por Enrique Graue Wiechers, rector de la UNAM, Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades 2009. Hubo candidatos de 16 países.
Los Premios Princesa de Asturias están destinados a galardonar “la labor científica, técnica, cultural, social y humanitaria realizada por personas, instituciones, grupos de personas o de instituciones en el ámbito internacional”.
El acto de entrega de los Premios Princesa de Asturias se celebrará, como es tradicional, en el mes de octubre en una solemne ceremonia presidida por los Reyes de España, acompañados por la Princesa de Asturias y la Infanta Sofía.
Cada Premio Princesa de Asturias está dotado con una escultura de Joan Miró, un diploma acreditativo, una insignia y 50 mil euros.
Discurso del premiado:
“El Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales es para mí un altísimo honor que mucho agradezco. México y España son países hermanos que están unidos por lazos indisolubles y deberán estrechar aún más sus relaciones. Este galardón me llena de orgullo y llegan a mi memoria los nombres de mis maestros, que me formaron en el campo de la antropología y, en particular, de la arqueología”.
“Penetrar en el pasado para traerlo al presente ha sido la labor que de manera constante he desempeñado a lo largo de mi vida. El día de hoy veo con enorme satisfacción los frutos de esa tarea, que me permitió conocer nuestra propia historia y cómo esta se unía con la historia de otros países como España”.
“Agradezco a la Universidad Nacional Autónoma de México y a su rector, el doctor Enrique Graue, el haberme propuesto a tan preciada presea. De igual manera, lo hago con la Academia Mexicana de la Lengua y a don Gonzalo Celorio, su presidente, por las mismas razones. A mis queridos y admirados amigos, los académicos Pablo Rudomín y Francisco Bolívar Zapata, ganadores en su momento del Premio Príncipe de Asturias, quienes apoyaron mi candidatura. Finalmente, al jurado que tuvo a bien designarme y honrarme con dicha distinción. A todos, mi agradecimiento”.
grb