Ejército Mexicano, huella indeleble en la historia de Tampico

Día del Ejército Mexicano

Sedena. La fuerza militar dio a Tampico la categoría de heroico; siempre ligada al pasado y presente de la ciudad, es la segunda más confiable para la población

En el Campo Militar número uno se alistan los uniforme, se limpian las armas y se lustran las botas. | Juan Carlos Bautista
Cristina Gómez
Tamaulipas /

El Ejército Mexicano mantiene una huella indeleble en la historia y el presente de la ciudad. Ha protegido y apoyado a Tampico en sus momentos más difíciles y hoy en día es en quien la ciudadanía más confía, después de la Marina.

Escenario donde las fuerzas mexicanas derrotaron a las españolas, en lo que fue laúltima batalla y la rendición del invasor que iba por la reconquista, el hecho marcó al país y lo llenó de gloria.

A Tampico se le declaró heroico gracias a ese capítulo que significó el verdadero fin de la Guerra de Independencia Nacional y que inspiró la letra del Himno Nacional Mexicano.

En defensa de la soberanía, pueblo y milicia cerraron filas frente a una conspiración para que México volviera a estar bajo el poder español, narra David Granados Ramírez, presidente de Rescate Histórico, asociación civil.

Relata que a los extranjeros les falló el cálculo de que las pugnas entre los mexicanos facilitarían la restauración de la colonia. La población no apoyó sus fines y les negó agua y víveres.

La presencia de las fuerzas armadas mexicanas en nuestro puerto ha ido ligada a la historia misma de la ciudad, afirma el promotor cultural Josué Iván Picazo Baños.

Militar, el primer hospital

En materia de salud el aporte del Ejército ha sido fundamental en el sur de Tamaulipas. El primer hospital que tuvo Tampico fue militar, de acuerdo con una publicación de la Facultad de Medicina de la UNAM, reseñada por Guillermo Fajardo.

“En 1833 con Antonio López de Santa Anna a la cabeza del poder político y José Joaquín Herrera como ministro de guerra, con motivo de las luchas intestinas y epidemias, hubo necesidad de crear hospitales militares en el territorio nacional”.

Se añade que bajo estas circunstancias surgió el primer nosocomio de Tampico, el Hospital Militar, un pequeño inmueble que en 1843 no solo atendió a militares, pues se ocupó de servir a gran número de enfermos de fiebre amarilla y paludismo.

“Hacia 1880, el nosocomio se ubicaba en la esquina noreste del Parque Méndez, antes Plaza de los Arrieros, donde operó un tiempo la Policía Metropolitana. Ya en el siglo XX se trasladó a su ubicación actual, donde anteriormente fue un cuartel”, refiere Picazo Baños.

Punto estratégico

La importancia que ha tenido Tampico como centro comercial y como punto estratégico para el desarrollo económico del país en la costa del Golfo, ha obligado a que el Estado Mexicano resguarde, en lo posible, las actividades de nuestro puerto”, expresa el entrevistado.

Esto quedó de manifiesto, dice, cuando en 1829 se registró ese intento de reconquista de la corona española y se elige a Tampico como punto inicial de aquella expedición que finalmente fue repelida por nuestros soldados a pesar de la inestabilidad que atravesaba el país.

“En el resto del siglo XIX hubo varios sucesos también en los que Tampico fue un punto de disputa, sin embargo queda como un hecho destacado aquél de 1829 por haber sido la primera vez en que efectivamente se contuvo o se frustró una invasión extranjera”, expone.

El promotor cultural añade que otro capítulo importante es cuando Tampico fue recuperado por las tropas republicanas y se expulsó a los franceses. En la vida moderna del puerto, el Ejército ha servido de resguardo para operaciones nacionales como es la industria petrolera.

En la segunda guerra mundial, los soldados se mantenían a la expectativa ante la posibilidad de que fuera atacada la Refinería Madero como parte del conflicto bélico, pues de ahí salía petróleo para los barcos que abastecían las fuerzas contrarias.

Obra de militares

La furia de los ciclones del 15 y 24 de septiembre de 1933, obligó al gobierno a reparar los caminos que comunicaban a Tampico con las poblaciones vecinas. Militares fueron enviados entonces por su comandante en la zona, el general Anselmo Macías Valenzuela, para trabajar personalmente en ello.

Hacienda autorizó a la Junta Federal de Mejoras Materiales entregar al Comité Pro-Tampico, que presidió el general Macías, recursos por 25 mil pesos para hacer una nueva carretera en lo que hoy es la avenida Ejército Mexicano. Fue inaugurada en noviembre de 1933.

Ese mando militar era el mismo que había tomado el control de las labores de auxilio a la población durante la inundación generada por los ciclones, recuerda el historiador Francisco Ramos Alcocer.

“En ese entonces, si no es por él mucha gente hubiera perecido ahogada, porque no había una autoridad de ese nivel que tomara el liderazgo de las acciones de rescate, fue él quien puso orden y coordinó todo, no existía PC y las autoridades civiles se vieron rebasadas”.

En 1955, de nuevo las autoridades federal, estatal y municipal se vieron superadas por el desastre del ciclón Hilda y la actuación de la fuerza militar contribuyó a salvar muchas vidas.

Mayor confianza ciudadana

Josué Picazo menciona que en la historia reciente, el Ejército ha jugado un papel relevante que se traduce en un alta confianza ciudadana hacia la institución.

Según la Encuesta Nacional 89.9 por ciento de los tamaulipecos, es decir, nueve de cada diez, confían en el Ejército Mexicano. 

Este porcentaje estatal rebasa incluso el nacional, calculado en un 87.8%; la institución más confiable en la entidad es la Marina, con un 92.7% y también supera la cifra del país que es de 90.2%.

“De algún modo en la crisis de inseguridad que se agudizó entre 2010 y 2012 fue como un respaldo, por un lado, aunque también la presencia de las tropas en las calles, esta imagen nos produce recuerdos agridulces, pues se tomó como una certeza de seguridad pero un sector cuestionó estuvieran fuera de sus cuarteles”, apunta el promotor cultural.

Ramos Alcocer coincide fue la época más difícil para los militares, quienes hasta se dejaron crecer un poco el pelo en sus días francos para evitar convertirse en un tiro al blanco en las calles.

Durante la pandemia de covid-19, los integrantes de la milicia también han tenido un rol muy importante, pues han contribuido a coordinar acciones principalmente en torno a la distribución, custodia y aplicación de las vacunas.

“Ellos vacunaron al gremio magisterial en el cuartel de Tancol y queda de manifiesto cómo ese otro brazo de acción del gobierno en beneficio de la sociedad, no siempre ha sido en el ámbito de las armas”, comenta Picazo Baños.

ICGC

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