El derecho a una vida libre de violencia, el aborto, la autonomía de sus propios cuerpos y sus posturas políticas, son solo algunos de los temas de los que se han apropiado las mujeres mexiquenses en la gráfica, una expresión artística que han llevado hasta las calles como una forma de protesta, de organización y de inclusión, integrando a las periferias y a grupos que por años han quedado al margen.
Tomando como inspiración y motivación estos temas sociales, así como algunos textos que evocan resistencia, lucha y justicia social, las mujeres han encontrado en técnicas como el grabado y la serigrafía una forma de expresión, imprimiendo también sus preocupaciones y anhelos.
En el marco de este 28 de septiembre, Día de Acción Global por un Aborto Legal y Seguro; Mariana y Majo compartieron con MILENIO Estado de México su significado de la gráfica y cómo a través del taller y biblioteca “La Chispa”, ubicado en Santa Ana Tlapaltitlán, han encontrado y fortalecido su sentido de comunidad.
En este taller con más de 12 años de existencia, que ha abierto las puertas a mujeres en sus distintas sedes, desde San Francisco Tlalcilalcalpan y Temoaya, han aprendido las distintas técnicas de la gráfica, promoviendo además círculos de estudio, conversatorios, entre otras actividades.
Una forma de plasmar sus inquietudes
Para Majo, una de las integrantes de “La Chispa”, en la gráfica también puede haber reinvindicaciones, tomando como temas centrales la maternidad, el uso de anticonceptivos, una salud sexual y reproductiva; pero a su vez, también se pueden plasmar otras inquietudes y necesidades como el acceso a servicios de salud, las desigualdades sociales, entre otros temas que requieren de cambios de fondo, no solo para las mujeres sino para la sociedad en su conjunto.
“Al final del día somos parte de una sociedad y tanto hombres como mujeres necesitamos exigir avances en temas para las mujeres, porque es muy importante, somos una mayor población femenina, tenemos más demandas y al menos aquí en el Estado de México somos uno de los primeros lugares a nivel nacional en temas como el feminicidio”, indicó Majo.
Estos puntos, añadió, son retomados desde la gráfica, haciendo énfasis en la serie de demandas hacia el Estado y promoviendo la propia organización de las colectivas, además de la participación y organización de las mujeres, en distintos ámbitos, entre ellos el quehacer artístico y cultural.
Grabados
En los grabados que han elaborado destacan temas como las integrantes de la presidencia municipal mazahua, en Villa Victoria, que “vienen de un proceso de lucha y organización, que obviamente la organización de las mujeres no solamente se delega al tema de la casa, también ya tiene participación política, electoral, y de fondo”, sostuvo Majo.
En un esfuerzo organizativo más amplio, que es la Unión Revolucionaria de Trabajadores del Arte (Urtarte), se articulan intercambios y otra serie de propuestas con artistas de distintas partes del país, como en el caso de Oaxaca, bajo un enfoque social.
“Todo esto viene de un proceso y entendimiento político, social y económico, cuando hablamos de la gráfica no lo hablamos como el arte apolítico, es necesario que el arte sea político para poder digerir y transformar esas ideas en algo gráfico, que todos podamos entender y sentirnos identificados”.
Reflexión
La reflexión es sin duda una parte importante en este taller, que se suma a esa libertad “de no ser experta, de ir aprendiendo, de involucrarte de manera social”, promoviendo desde grabados colectivos, hasta el salir a las calles en marchas y realizar “pegas”, esas impresiones de gran tamaño que están pegadas en distintos puntos de Toluca, luego de marchas como la del 8 de marzo o este 28 de septiembre.
“Creo que también es importante que en tu vida cotidiana, cuando vas en camino a tu escuela o al trabajo y ves esta gráfica, además de ser lindo, es apropiarte del espacio público, de tener un mensaje”, explicó Mariana, otra de las integrantes de este grupo.
El propósito, añadió, es ir cambiando esos pensamientos que se tienen sobre el propio uso del espacio público y el arte en las calles, que se deje de ver como vandalismo, involucrándose en el análisis o la reflexión sobre temas como la educación, la violencia en contra de las mujeres y el aborto.
“Yo llegué por un taller, en una publicación de redes, me llamó la atención que era un tema social y que era de forma gratuita, para mi eso fue muy importante, que haya espacios para todo público”, explicó Mariana.
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