Recorrer la exposición Walid Raad, que se presenta en el Museo Jumex hasta el 8 de enero de 2017, implica introducirnos a una ficción, a una experiencia artística que nos envuelve a través de las piezas exhibidas en una narrativa en la que fantasmas, documentos, hechos reales, objetos y referencias históricas nos envuelven sin adoctrinamientos, pero sí guiadas por un proyecto artístico en el que forma y fondo invitan a la reflexión.
Si bien los temas de este artista nacido en Líbano en 1967 son políticos, con una sutileza conceptual y un acercamiento formal impecable Walid Raad lleva a contemplar el mundo árabe sin juicios de valor. Sus piezas no son trágicas ni victimarias ni enarbolan premisas ideológicas; son ficciones que nos introducen a una experiencia más sensorial y narrativa en la que el artista, más que “escribir” o “contar la historia”, crea piezas que surgen a partir de acontecimientos y objetos reales, combinando otros ficticios. Su arte, digamos, es de no–ficción: la realidad da pie a la imaginación. La propuesta es más conceptual, sin limitar el hacer manual. Las piezas exhibidas demuestran dominio de la técnica, y la creatividad no está cercada por conceptos semióticos ni artificios teóricos que nos alejen del objeto artístico (estético).