El ballet no es un reto, es una responsabilidad: Lightfoot

Conexión y rebeldía son los valores de la compañía Nederlands, que se presentará en México este mes en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris.

Desde su fundación en 1959, esta compañía, rebelde y pionera en lo que hace, ha construido un rico repertorio de más de 650 piezas.
Verónica Díaz
México /

La invitación es a desconectarse de la tecnología. Es momento de tener una conexión física con los bailarines del Nederlands Theater, de la energía de esta compañía que se fundó hace 59 años y que anualmente actúa para 150 mil espectadores al año en los cinco continentes y que por primera vez se presentará en México el 27 y 28 de septiembre.

Paul Lightfoot, el coreógrafo que dirige este ballet, tiene claro el ideal que mueve su labor: “Con los cambios provocados por internet y las redes sociales, parecería que ahora todo se puede hacer de manera digital. No es cierto. Por lo menos nos queda el teatro, una experiencia viva que todos deberíamos tener”.

Lightfoot entiende que no se puede ignorar la transformación del mundo pero por encima de esos cambios está la integridad del arte.

“Parece muy natural que todos acudan a web antes de ir al cine porque quieren ver los avances, necesitan saber de qué se trata; antes de leer un libro buscan la sinopsis, las opiniones, todo. Los móviles han cambiado mucho a la sociedad, la gente ahora puede vivir sin contacto físico o energético. Casi diríamos que puedes vivir con tu teléfono porque es como un alma que te acompaña”.

En ese contexto y de acuerdo con el coreógrafo y bailarín es que el arte en vivo adquiere relevancia, ya que se convierte en un placer que nos conecta con la energía de otras personas y al mismo tiempo nos ayuda a pensar en quiénes hemos sido en otro momento.

“Hacer ballet en esta época no es un reto, es una responsabilidad. Es indispensable darle a la cultura la importancia como elemento de integridad para la sociedad contemporánea. El arte vivo nos rescata de la vida normal porque es una reflexión de nuestra condición”, dice.

En su primera visita a México, el Nederlands Theather presentará tres piezas que muestran el espíritu creativo de la compañía: la rebeldía como estandarte y la originalidad como lenguaje.

“Tenemos varios estilos, hemos evolucionado a lo largo de 60 años pero siempre sin mezclas. Cada bailarín aporta su estilo pero basado en su experiencia de vida y sobre su propio cuerpo”.

Sad Case, una de las piezas que se presentarán en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, es ejemplo de este esfuerzo porque fue creada en 1998 a partir de la experiencia de la bailarina Sol León, quien tenía siete meses de embarazo.

“Son cinco bailarines en escena, de cara pálida y labios rojos que se contraen, encrespan y balancean con ritmos latinos. Su elemento esencial es la diversión”, explica.

La segunda pieza es más reciente: Wir sagen una Dunless (Nos decimos unos a otros algo oscuro). “Fue creada apenas el año pasado y es una de las pocas coreografías de la compañía en las que se mezcla música clásica (Schubert) con pop (una canción de Placebo). Es una pieza que me encanta porque cada personaje se mueve de una manera bestial pero al mismo tiempo muy bella”, describe Lightfoot. Aunque enseguida encuentra otra manera de poner en palabras lo que se ve en el escenario: “Es una pieza con energía, como si se hubiera metido una droga en el cuerpo de los bailarines”.

La última de las coreografías que se presentará tiene una inclinación teatral. “Las dos primeras se centran mucho en las interpretaciones solistas y en el trabajo de la luz sobre el cuerpo de los bailarines. Pero la última reúne a toda la compañía en el escenario y alude mucho a los rituales”. En conjunto, la función pretende conseguir más una emoción que contar una historia. “No hay tanto un hilo conductor sino la intención de dar al público un mensaje final que deberás entender… pero no lo voy a decir, hay que ir para sentirlo”.

LAS MÁS VISTAS