Leyenda del Arroyo del muerto León

Cultura

Cientos de personas han pasado por ese puente, pero pocos saben la verdadera historia de su nombre.

El Coecillo: Arroyo del muerto y su historia en León
Alejandra Sánchez
León /

En León, la historia de los barrios más antiguos de la ciudad, siguen siendo temas de conversación para chicos y grandes, pues la trayectoria de los mismos no pasa en vano, sin embargo en el Barrio del Coecillo se tiene registro de una de las historias que por muchos años causaron escalofríos a quienes cruzaban por el Puente del Coecillo, hablamos en esta ocasión del Arroyo del Muerto.

Era el año de 1826, cuando en el barrio del Coecillo se encontraba una joven muy bella, la cual todos los días a la misma hora acudía a realizar sus compras a la llamada Placita de Santiago, la misma tenía que cruzar el arroyo que atravesaba todo el barrio, todos los días también era esperada por un joven apuesto de nombre Santos Ramírez, al que la joven de nombre Inesilla, no dudaba en sonreírle y mostrarle señales de cariño, sin duda existía una clara conexión entre ellos.

Con el paso del tiempo, otro joven no agraciado y con mala reputación de la zona, también se interesó en Inesilla sin embargo, a ella le parecía indiferente su persona e ignoraba sus comentarios hacía ella; un día el joven despreciado por Inesilla estaba cansado de sus desplantes y estaba queriendo vengarse de esa actitud, por lo que un día se fue a esperarla al arroyo, en donde también esperaba Santos Ramírez a Inesilla, en el momento en que ambos se toparon, hubo tensión y al ver la actitud del joven guerrillero hacía Inesilla, de inmediato Santos Ramírez comenzó a defenderla.

​En ese momento se retaron a un duelo, con la frase de "Si es tan hombre, sígame" en ese momento se dirigieron hasta más allá del Jardín de San Francisco; tomaron la calle que lleva a la plaza de San Juan, de pronto el guerrillero se detuvo y en un instante le clavo a Santos Ramírez un puñal en el pecho, dejándolo sin vida al instante, el agresor salió huyendo del lugar, mientras que Inesilla se quedó triste en el momento, pues el fallecido era al que ella amaba.

En el lugar colocaron una cruz y flores, además de pintar en la pared la frase "Santos Ramírez murió el 5 de junio de 1826. Rogad a Dios por el descanso de su alma", en el lugar hoy ya no se tiene dicha lápida.

Tiempo después el agresor fue detectado tras su búsqueda intensa por cumplir con la justicia, sin embargo al ser encontrado éste ya se encontraba sin vida, totalmente irreconocible, tirado en el arroyo, las personas que se percataron de su estado, temblando se santiguaron y dieron aviso de la situación.

Desde entonces se bautizó de esta manera al Arroyo del Muerto el cual cruza por uno de los barrios más antiguos de la ciudad y que hoy pocos conocen la historia de su nombre.

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