El Museo de las Artes de la Universidad de Guadalajara (MUSA) inauguró la exposición Ana Hatherly y el barroco: en un jardín hecho de tinta que revela las distintas facetas de la artista portuguesa como ensayista, poeta de vanguardia, investigadora y artista plástica.
Paulo Pires do Vale, presidente de la Asociación Internacional de Críticos de Arte de Portugal y curador de la exposición, comenta que Ana Hatherly es “una artista fundamental para comprender los años 70 y 80 de Portugal y que es imprescindible para entender el barroco portugués y también el mexicano”.
El curador destacó a Hatherly como como una artista polifacética, ya que no sólo se dedicó a las artes plásticas, sino que también escribía. “Y es muy importante para nosotros porque rescató a muchos poetas de los siglos XVI y XVII. Que provienen de un periodo que se ha estudiado sólo desde el punto de vista formal, pero ella incursionó en el ‘alma barroca’, en ese estilo en el que el juego es muy importante, los laberintos, los claroscuros, el sentido y el pensamiento constante de la muerte, y por lo mismo de aprovechar la vida, el apelar a los sentidos, como parte de la herencia de la Contrarreforma, en la que se insistía en usar la imaginación. Todo esto refleja en una poesía que es muy plástica y que terminó por influir mucho en Ana Hatherly”.
Laura Ayala Castellanos, coordinadora de exposiciones y educación del museo señaló que esta es “una muestra generada por mujeres acerca del arte de las artistas mujeres de diferentes épocas, cuyo trabajo influenció o dialoga con Hatherly a través de los siglos”.
La muestra se abre con un preludio en el descanso, en el que se exhiben los ensayos de Ana Hatherly, en los que desde una perspectiva estructuralista rescata y analiza a los autores del barroco. Posteriormente la exposición se articula en cuatro núcleos, en los que se puede observar las facetas de la investigadora: “en el laberinto que presenta la investigación de caligramas y poesía barroca; en la relación con el tiempo y la muerte; la alegoría, y la metamorfosis entre escritura y dibujo”, además de un espacio que explora el aspecto más sensorial del barroco, explicó Paulo Pires.
La exposición cuenta con los ensayos de Hatherly, una serie de libros de poesía tanto barroca como experimental, en los que se puede apreciar la disposición de laberíntica de los versos, los dibujos y pinturas de la artista (que se encuentran ordenados por series), un video, una proyección de cine experimental, una proyección de su investigación, su alfabeto estructural, unas piezas de grafiti zen, así como algunos cuadros y elementos que ilustran el periodo barroco.
La exposición cuenta con la colaboración de la Fundación Calouste Gulbenkian y con piezas del Museo Regional, así como el Museo de Arte Sacro, con la intención de favorecer el diálogo con el arte barroco mexicano.
Dentro de las actividades educativas se encuentra **Variaciones en el jardín que será una sesión de lectura de poesía en voz alta y que se llevará a cabo dentro de las salas de exhibición. Allí se compartirá la obra poética de Ana Hatherly, así como la de algunos lectores claves del siglo XVII, con las voces de Selene Flores, Ricardo Ventura y Christopher Vicente. El recital se realiza el miércoles 16 de enero de 2019 a las 20:00 horas.
La exposición se inauguró el viernes 23 a las 20:00 horas y estará abierta al público del 24 de noviembre hasta el 3 de febrero, en un horario de 10:00 a 18:00 horas, de martes a domingo, en el Museo de las Artes, que se ubica en la avenida Juárez 975, esquina con Enrique Díaz de León. La entrada es libre.
Ana HatherlyAna Hatherly nació en Oporto, Portugal en 1929 y falleció en Lisboa en 2015. Durante su vida fue catedrática, cineasta, traductora, poeta, artista plástica.Licenciada en Filología Germánica por la Facultad de Letras de la Universidad de Lisboa, doctora en Literatura Hispánica por la Universidad de California en Berkeley y diplomada en Técnicas Cinematográficas por la International London Film School. Fue profesora de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad Nueva de Lisboa.
En su obra se revela su filiación con el experimentalismo internacional así como su predilección por la literatura y la cultura del Barroco, periodo histórico al que reinventó a partir de una exploración de sus signos, alegorías, recursos caligráficos y metáforas que utilizó para configurar un estilo propio que entrelazó las expresiones visuales con la escritura.