En el baldío cementerio de concreto que aquél domingo de 2015 marcó a la ciudad de Tampico con la pérdida de sus mercados municipales, sobre ese llano se finca la historia que Roberto González Elizalde presentará, por fin el próximo mes.
Proyecto ganador del PECDA, presentado en un enfermo de termitas teatro El Farol, en 2017, tuvo dos años de concepción para poder ver la luz, el 22 de noviembre, con una travesía que vio muchas puertas entreabiertas.
El oro y la vergüenza, ópera prima del joven escritor tampiqueño radicado en la Ciudad de México, tuvo el apoyo final de la senadora Guadalupe Covarrubias como parte de la Comisión de Cultura y Educación de la cámara alta, y es el punto para cerrar un ciclo de dos años de trabajo.
Tuvo que llegar hasta ahí, luego de buscar alternativas en editoriales.
“Es difícil porque aunque no se crea, porque dicen que nadie lee en México, pero hay mucha gente escribiendo y la competencia está dura. Yo la novela la metí al concurso Premio de Novela Breve “Amado Nervo”, pero no ganó, aunque tengo que admitir que perdí ante el mejor, porque perdí con Mauricio Carrera, que es un gran escritor, impecable, entonces me siento bien al menos de eso” bromea un poco.
También se buscó a dictaminación con el Fondo Editorial Tierra Adentro de la Secretaría de Cultura, “me recibieron amablemente el trabajo y me dieron igualmente mi carta del no, ya después por circunstancias que se dieron me hablaron de la gente alrededor de la senadora y platique con ella y me dieron luz verde”.
La supervisión del trabajo estuvo a cargo de Napoleón Camacho, parte del equipo de la comisión y quien es reconocido en la difusión y promoción de arte y cultura en el país.
“Es un trabajo, que aunque es independiente, y que no está con una firma o editorial grande, es trabajo bien hecho, pulcro, bien cuidado, estoy muy satisfecho para poder cerrar ese ciclo, y la parte importante es que llegue a los lectores, y eso ya está resuelto”.
También cree que la lectura está en un buen momento, aunque lamenta que en ciudades como Tampico, haya contadas librerías, a las que no podrá llegar su novela.
“Hay muchos grupos de gente joven que se reúnen a discutir, sí hay un interés por la lectura, simplemente no sé qué pasa con las autoridades pero pues una lástima que no haya librerías, es un espacio que no se ha atendido, uno puede ir a los centros comerciales y están la novedades, pero eso se agota, y a le gente que le gusta la lectura le resulta insuficiente, y tampoco hay ahí espacio para los escritores nuevos”.
PLAN ORIGINAL
El libro está hecho bajo una concepción original. No sufrió los efectos del raciocinio traicionero o el paso del tiempo.
“De hecho que yo tenía muy claro que quería con la novela y se ha quedado tal cual, he hecho muchas correcciones, cosillas no muy profundas”.
La historia si bien no se centra en un hecho histórico, si nace dentro de un contexto importante para la ciudad de Tampico: la demolición de los mercados municipales. A partir de este hecho surge la historia central.
“No es una novela histórica, es una novela de ficción, solo me interesaba como background, como hecho disparador de otras s erie de hechos, porque es sentí que enriquecía más si solo me iba sobre la historia.”
Esta novela abarca también muchas referencias de la ciudad que asegura, serán fácil de identificar para los lectores.
VIOLENCIA APRENDIDA
Tras presentar El oro y la vergüenza, se prepara un siguiente paso para la carrera de Roberto como escritor, y es que ya tiene una selección de cuentos que podría buscar también tener vida.
Resalta que son temas identificados con Tamaulipas, como la violencia, aunque no habla de esta como tal, sino de la referencia.
“Me ha impresionado la saña, la violencia de los últimos años, que ya no es solo de los grupos criminales, sino de la gente común, ya no es una exclusiva, hasta pareciera que es una violencia aprendida, la violencia se permeó en la sociedad y estas son sus repercusiones” detalla González Elizalde.