Enrique Chiu: “El arte siempre ha sido un tema de protesta pacífica”

En 2016, Enrique Chiu (1981, Guadalajara) envió una carta a Washington para que le diera permiso de pintar el famoso muro fronterizo en Playas de Tijuana, el cual divide a México de Estados Unidos, un lugar de encuentro para las familias mexicanas que han sido separadas, y que logran reunirse con sus seres queridos los fines de semana por algunos momentos.

El gobierno del presidente Barack Obama nunca le contestó al artista, pero gracias a su tenacidad, logró un acuerdo y pudo hacerlo.

Con la llegada de Donald Trump a la presidencia en 2017, sus políticas migratorias acabaron con el Mural de la Hermandad, el presidente decidió reemplazar el viejo muro y hacerlo más alto para evitar el cruce de migrantes lo que ocasionó una gran polémica y nadie pudo detenerlo.

En entrevista con MILENIO, el artista tapatío relató la historia de su lucha y contó cómo gracias a la comunidad, han logrado volver a colorear con mensajes de paz y esperanza el monstruo de metal que le ha costado la vida a miles de migrantes.

¿Cómo inició todo?

El proyecto consistía en pintar dos kilómetros del muro fronterizo en Playas de Tijuana, solicité permiso, pero nunca me respondieron; sin embargo, el departamento de migración sí me lo otorgó. Me dijeron que solamente del lado de México y a mucha gente se le hizo raro, pero es que el muro está instalado un metro dentro de territorio estadunidense, es de ellos y por eso pueden quitarlo o modificarlo, México no tiene nada que ver.

¿Cuándo comienzas con tu sueño?

En diciembre de 2016, junté dinero, me ayudaron algunos amigos y mucha gente que se acercaba para cooperar. Me aventé 16 meses pintando, sábado y domingo; comenzaron a llegar medios, me hicieron reportajes y se convirtió en un boom. Trump, antes de ser presidente, ya estaba contra el muro y creo que eso levantó atención sobre nuestro proyecto.

¿Cómo cuántas personas te ayudaron entonces?

Calculo que unas 3 mil personas fueron a pintar conmigo en esos meses; el proyecto creció y creció, me gasté miles de pesos en pintura. No es una queja, fue una inversión en un proyecto de vida que me emocionó y, mira, lo seguimos intentando. Ya cumplí siete años pintando el muro fronterizo.

¿Llevas un orden para el trabajo?

En 2019 empecé a pintar en Tecate, Mexicali, Ciudad Juárez, Reynosa y Río Bravo; ya en 2020, con la pandemia, bajamos poquito el trabajo, pero en 2021 regresamos a pintar a Playas de Tijuana, el lugar con más afluencia de gente. Restauramos varias partes.

¿En qué año removieron el muro fronterizo?

Todo sucedió entre 2022 y 2023: quitaron todo el muro, lo hicieron más grande y se fue todo lo que habíamos pintado. Así que esperé a finales de 2023 para regresar, y ya en este 2024 continuamos con el trabajo.

¿Tuviste que volver a empezar?

Sí, pero ahora ya es diferente, porque yo ya logré mucho de mi proyecto personal, como te decía, fueron muchos años de trabajo y de inversión; se logró y hubo mucho, mucho movimiento y la gente comenzó a reconocerme. Yo les digo que mi trabajo es el arte ligado al tema de la migración, tema sociales y para apoyar a las comunidades que es lo que realmente me interesa.

¿Cuáles son los temas que plasmas en los murales?

El más fuerte son los derechos humanos; también los derechos de los migrantes, de los niños y de la mujer. Además, claro, la paz, soy embajador en el tema de cultura de paz de varias asociaciones y de empresas a nivel nacional y llevó el mensaje a los lugares que voy.

¿Y te causó problemas con Donald Trump?

Claro, muchos. Cuando comenzó el tema del muro pasó de ser algo cultural a un asunto social y después a un tema político; incluso, algunos amigos me dijeron que ya estaba en la lista negra y que me iban a quitar la visa, eso fue en el 2017; ya no crucé, se me venció la visa y ya ni la saqué. Fue un tema, porque en algún momento, CNN internacional publicó una noticia donde puso: “Artista mexicano desafía a Donald Trump”, y que me hago bien famoso (risas) y comenzaron a llegar medios de comunicación de todo el mundo, fue una locura.

¿Tú idea era desafiar a alguien?

No, pero el arte siempre ha sido un tema de protesta pacífica y la realidad es que se logró pintar el muro, pero de repente mucha gente llegó pensado que era contra Trump; yo les decía que no, que era un tema hermandad, de paz, pero claro que podemos decir cosas con el arte, sin ofender, sin insultar. Evité muchísimo ese tipo de detalles.

¿Volviste a pedir permiso para intervenir el muro?

No, ya no lo pedí, lo comencé a pintar así (risas). Cada sábado y domingo voy a Playas de Tijuana y se reúne la gente para ayudarme en una convivencia muy bonita con la sociedad.

¿Cuánto llevas pintando muros?

Más de 24 años. He estado en París, California, Lituania, El Cairo, y en Dubai varias veces. Cuando empecé el proyecto del muro me dí a conocer en otro tema, más social y de migración; comenzaron a llamarme de todo el mundo.

Más muros

El artista Enrique Chiu tiene varios proyectos: pintó el Mural de la Hermandad en Egipto y su arte ha llegado hasta el muro de Berlín; junto a diferentes embajadas ha hecho tours por 17 países promoviendo el tema de la migración y las artes, el sistema de las fronteras y pintando sus conocidos murales.

¿Qué otros proyectos tienes?

Hoy inauguro la exposición Frida Kahlo en la frontera en la Chiu Gallery, en Playas de Tijuana, y celebro mi cumpleaños. Además, tengo academias de arte, manejo ocho galerías de arte, intervengo automóviles y hasta refrigeradores. Ahora estoy incursionando en restaurantes en Tijuana: Bamboo y Cordero, steak and sándwich, entre otras cosas. A final de cuentas todo es arte.

hc