Entre la devoción, el arte y la publicidad

La exhibición Virgen de Guadalupe. Arte y devoción, que reúne 280 piezas del icono religioso que van del siglo XVII hasta hoy, refleja las formas en que la figura ha sido representada y utilizada.

Las obras proceden de 15 colecciones públicas y privadas. (Octavio Hoyos)
México /

Diferentes vertientes de la veneración a la virgen de Guadalupe, desde el siglo XVII y hasta hoy, se pueden apreciar en las pinturas, accesorios, joyería, libros, cerámica, esculturas, fotografías, exvotos, indumentaria y hasta artículos publicitarios presentados en la exposición Virgen de Guadalupe. Arte y devoción, que será inaugurada hoy en el Museo Franz Mayer.

Integrada por 280 obras que dan cuenta de la trascendencia de la imagen de la Guadalupana como símbolo de identidad nacional, esta muestra ofrece una visión integral del uso que han otorgado a esa figura tanto los devotos como los publicistas, quienes han aprovechado la fe de los mexicanos para vender sus productos, como el famoso Mentolup y el Alka-Seltzer.

En este recorrido histórico se presenta como hilo conductor el libro Escudo de armas de México (1746), escrito hace 300 años por el historiador y presbítero Cayetano de Cabrera y Quintero (ca. 1700-1774), ya que es el documento que narra cómo la virgen de Guadalupe fue proclamada como patrona de esta ciudad y representada como escudo de armas, y cómo a raíz de ello cesó la epidemia que mató a más 40 mil personas.

Mayela Flores, coordinadora de curaduría, dice que este libro recoge las imágenes guadalupanas en un momento importante: “Al leer este libro, que se encuentra resguardado en la biblioteca Rogerio Casas Alatriste, del Museo Franz Mayer, nosotros ya estábamos trabajando en esta exposición y queríamos incluirlo simplemente; pero al conocer a detalle su contenido, dijimos: ‘Tiene que ser la pieza estelar’”.

La amplia exposición está divida en cuatro núcleos temáticos: “Escudo de armas de la Ciudad de México, por Cayetano de Cabrera y Quintero, 1746”; “Arte: imagen y lugar”; “Devoción: milagros, fe y los sagrado”, y “Ceremonia”.

MASIFICACIÓN

Esa devoción alcanzó a Lilia Martínez, coleccionista de Puebla, quien durante 40 años ha reunido arte popular e imágenes de la virgen de Guadalupe; entre esos objetos presenta unos pequeños símbolos de protección, denominados “detentes”, que los fieles solían llevar entre sus ropas: “Esta es una producción realizada en los conventos de las religiosas de Puebla, de hace varios siglos. Son piezas únicas e irrepetibles, hechas a mano”.

Martínez, quien también presenta fotografías de los altares a la Virgen que se colocan en los zaguanes en la capital poblana, asegura que la masificación de la imagen de la Guadalupana se da a partir de la fotografía. Gracias a
eso, los devotos ya no tenían que esperar a reunir dinero para adquirir un óleo sobre tela o un grabado, sino que todos ellos ya pudieron tener una estampa del icono religioso.

La utilización de la imagen de Guadalupe no tiene límites, como lo demuestran los carteles publicitarios, los exvotos y, por supuesto, las extraordinarias expresiones del arte popular.

La antropóloga Marta Turok explica que hay múltiples formas de representación, y que en esta exposición hay una que la fascina: una virgen de Guadalupe hecha en palma por los pames, un grupo indígena de San Luis Potosí muy poco conocido. “Una ve esta figura con sus resplandores, su rostro y hasta con un angelito, debajo de su manto, que es un textil de color verde”, expresa.

La muestra cierra con dos series fotográficas realizadas por el documentalista Federico Gama, quien en sus imágenes aborda a la virgen de Guadalupe como un símbolo que es transformado por quienes cada 12 de diciembre acuden al santuario del Tepeyac.

“La propuesta que yo tengo con estas imágenes es poner a discusión algo que es muy de nuestra comunidad: la discriminación y el racismo. Me llamó la atención esto en cierto sentido: poder interpretar la cultura a la que pertenecen, como los jóvenes cholos, darketos y punks. Finalmente hubo un elemento central que era la virgen de Guadalupe, que es a lo que llamo ‘nodo de identidad’”.

Las piezas de la exposición, que proceden de 15 acervos de museos y de coleccionistas particulares, están distribuidas en todas las salas temporales del primer piso del Museo Franz Mayer, avenida Hidalgo 45, Centro Histórico.

  • Leticia Sánchez Medel
  • letymedel@yahoo.com.mx
  • Reportera cultural, cursó la maestría en Periodismo Político, es autora de tres libros sobre la historia inédita del Cervantino.

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