Caetano Veloso fue recibido en un ambiente caluroso y con el tradicional goya universitario. Ante la euforia del público que acudió a Ciudad Universitaria para disfrutar del Festival Cantares. Fiesta de trova y canción urbana.
Un público que en su mayoría pasó varias horas bajo los rayos del Sol en Las Islas, céntrico jardín de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), fue testigo de la música de uno de los expositores más importantes de la bossa nova, la trova y el tropicalismo: Caetano Veloso.
Aunque para algunos el festival fue el pretexto de dar a conocer, con pancartas, sus opiniones sobre la actual situación política en Brasil y su rechazo a la detención de algunas personas en esa nación, decenas de personas disfrutaron de la tarde soleada, acostadas a varios metros de los costados del escenario sin ser molestados y sin importar que no pudieron ver a Veloso, sólo lo escuchaban.
Otros cuantos, sobre todo parejas o mujeres, aprovecharon para pasear por el espacio universitario en compañía de sus mascotas, principalmente perros, mientras que por todo el jardín se veían personas que ondeaban las banderas brasileñas para recibir al maestro Veloso en estas tierras mexicanas.
Más de 15 mil personas disfrutan del concierto masivo, sobre todo del cierre que Caetano Veloso protagoniza, junto a sus hijos Tom, Moreno y Zeco, quien le cantó a su padre un tema de su autoría.
Los asistentes que lograron colocarse a unos pocos metros del escenario fueron los afortunados que alzaron sus celulares y lograron sacarse la selfie, pero otros buscaron "un mejor ángulo" para grabarlo en video sin el estorbo de los paraguas bajo los cuales algunos previsores se ocultaban del Sol.
La mayoría de pie cantaba, se abanicaba e incluso bailaba en el espacio de Las Islas de Ciudad Universitaria de la máxima casa de estudios de
México mientras disfrutaban las obras poéticas de Caetano Veloso y sus hijos, algunas rítmicas y otras nostálgicas.
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