La soprano Enivia Muré (Puebla, 1980) cumplirá a principios de julio próximo un sueño y su misión: estrenar una ópera mexicana, escrita además por otra mujer, Lorena Orozco, en el Palacio de Bellas Artes: Zorros chinos, a partir de una obra de Emilio Carballido, sobre un personaje que deja el mundo real de maltrato, para explorar uno fabuloso e ideal de libertad, sensualidad y sexualidad femeninas.
Apenas en septiembre pasado, en su regreso a México para una gala de obras de compositores mexicanos en Bellas Artes, Muré contaba a MILENIO su misión de cantar en el mundo óperas nacionales, después de protagonizar en 2013 Únicamente la verdad: la auténtica historia de Camelia La Texana, de Gabriela Ortiz. Ahora, finalmente, llega a ese escenario con una ópera completa.
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“Fue una grata sorpresa Me llamaron a principios de año, me dijeron que se trataba de un estreno mundial, así que es todavía mucho más atractivo. A estas alturas tenemos trazado todo”, explica, emocionada, la soprano sobre su papel de Yuriria en Zorros chinos, que tendrá funciones el 3, 5, 7 y 10 de julio próximo en ese máximo escenario, con la dirección escénica de Luis Martín Solís y bajo la batuta de Luis Manuel Sánchez, en una producción de la Ópera de Bellas Artes.
Compartirán escenario con ella, Rodrigo Garcíarroyo, Jacinta Barbachano, Diana Rojas y Édgar Gil.
Inspirada en una obra de Carballido sobre un grupo de seres mágicos mágicos que raptan mujeres maltratadas en el Michoacán del siglo XVIII para enseñarles un mundo ideal de seducción, amor y placer sexual, la cantante poblana dice que aborda temas universales, con música totalmente mexicana.
"La música tiene muchas muestras del folclor mexicano y cosas muy líricas, muy bonitas, que creo que se están hilando de una manera muy interesante, tanto vocalmente como con la música, la instrumentación, lo escénico. Me parece que va a ser muy atractiva para el público, que se va a identificar con muchas cuestiones auditivas respecto a lo musical. Lorena Orozco es muy creativa, me gusta mucho lo que ha hecho. Y con todo lo que se ha hecho para darle identidad a cada uno de los personajes, en mi caso con Yuriria, creo que la gente se va a identificar mucho", expone la soprano.
Visión feminista
Entusiasmada, recuerda que hace años Bellas Artes programó una ópera de la compositora Gabriela Ortiz, pero no se hizo en el teatro principal porque estaba en obras. Por lo que Zorros chinos sería quizás la primera compuesta por una mujer, que tiene su estreno mundial en ese escenario, además con una temática feminista y con un personaje indígena como protagonista.
"Enfrento dos retos. El primero, todos los colores, la extensión que hay musical y vocalmente para mi registro, hay una parte central hermosísima que se conecta con todo lo agudo, muy lírico, muy bien escrito. Esa es la parte más retadora, pero cuando la empiezas a cantar y a cantar va superándose. Afortunadamente hemos tenido muy buen tiempo para cantar, y cada vez va a entrando más al cuerpo".
Muré dice que lo más importante es conectarse con el público a través de su personaje, “porque esa es la verdadera misión como artista y como reto real: que la gente disfrute mi canto y todas las emociones, que estoy segurísima de que todas las mujeres del planeta han pasado por lo que ha vivido Yuriria, que retrata la vida de una mujer maltratada y sometida, pero con una vida interior muy rica, muy sensual, sexual, muy amorosa y entregada a su mundo, que de repente entra al otro mundo que plantean estos zorros chinos. Eso para mí es un gran reto emocional”, subraya.
—¿Se siente cómoda con una obra que trata abiertamente la sexualidad femenina, un tema nada frecuente en la ópera?
"Me siento identificada con esta parte del despertar de la mujer de ese mundo donde se critica y se juzga. Al final ella sí llega a encontrar esa conexión de lo sensual, de que es digno que también se pueda vivir abiertamente, gozando de la vida, de los placeres, sin tener que ser criticada. Yuriria logra superar eso de la crítica social. En lo personal, he tenido y visto experiencias cercanas que me hacen evolucionar también como artista, y este personaje me está enseñando muchísimo y lo estoy disfrutando. No le tengo de ninguna manera miedo a esa parte de explorar la sensualidad y sexualidad de Yuriria, es parte de la misión el poder abrirse a esas experiencias para conectar y mover almas".
—¿Qué opina de abordar la violencia machista contrastando un mundo de fantasía con un trasfondo social real?
"Como mujer y como artista siempre busco el equilibrio. Existen el feminismo y el machismo, pero también esa calidad humana en muchísimos hombres que son capaces de amar, de equilibrar, de dar fuerza sin llegar a la violencia. Carballido plantea ese entorno de no violencia en un mundo mágico, en ese mundo paralelo, donde el hedonismo y toda esta parte filosófica lleva a la mujer a una realidad alterna que se puede aterrizar en el mundo real. Me parece una gran oportunidad para mostrar al público y a la sociedad que podemos vivir de una manera libre, que hay hombres que pueden darnos a las mujeres todo lo que necesitamos, que no todo tiene que llegar a una violencia y que depende mucho del carácter de una mujer de plantarse, de buscar y de decir y de negociar y de luchar por sus propios derechos sin caer en el otro extremo. Por eso me gustan Carballido y ese mundo mágico que plantea, porque ahí se ve que sí existe esa posibilidad y hay manera de poder volver a empezar como mujer".
—La ópera tiene público limitado ¿Cómo puede llegar el mensaje de Zorros chinos a más personas?
"Ciertamente la historia se desarrolla en Michoacán, en un estrato social bajo, pobre, donde estos seres mágicos, ricos, rescatan de ese maltrato a las mujeres para enseñarles la belleza. Pero creo que eso no se vive solamente en esos estratos sociales, se vive en todos los niveles socioeconómicos y culturales; la violencia no está relacionada con la posición económica, la violencia es la violencia y se vive en cualquier nivel y en cualquier país. En México lo tenemos hoy muy latente, muy vivo, pero justamente es el momento desde el punto del vista del arte, y aquí se muestran otras posibilidades de desarrollo, como sociedad y como individuo, para poder cambiar y transformar. Además de que en la música hay muchas cosas hermosas que te envuelven. Sí es una ópera que va a generar mucha conciencia y va a gustar muchísimo por estas partes líricas, melódicas, y todos los colores que muestran al país con los sones, las tonaditas, que van exhibiendo distintos géneros de nuestra música".
PJG