Comenzó a tocar el violín a los dos años. Tiempo después, mientras imaginaba ser director de orquesta, Rodrigo Landa Romero cambió las cuerdas de ese instrumento por las teclas de un piano. A los 11 años ya había compuesto 21 preludios, además de incursionar en la creación de piezas orquestales y poemas sinfónicos.
A sus 14 años, el joven músico confiesa que ama salir a pasear en bicicleta, sentirse conectado con la naturaleza y la comida gourmet. También es gran admirador del escritor Julio Verne y desde que terminó la primaria estudia en casa porque la escuela lo hacía sentir en prisión.
Rechaza ser fanático de los deportes, pero practica natación y taekwondo. No le gustan las series, porque prefiere escuchar música clásica y practicar en su piano: un Steinway & Sons de 110 años que toca desde los seis. Confiesa que su mayor sueño es ser director de orquesta y le gusta mucho la música de Star Wars.
¿De dónde surge tu pasión por la música?
Desde la panza de mamá. Escucho música clásica desde que era bebé y cuando era chiquito jugaba a ser director de una orquesta.
¿Cómo empieza tu carrera en la música?
Empecé a tocar violín a los dos años, pero no me gustó porque la afinación era difícil para mi edad. Lo dejé por un tiempo, empecé a tocar piano a los seis y a componer. Hace una semana me compraron un clarinete, fue mi regalo de Reyes. Para ser director de orquesta debes tocar un instrumento de percusión, uno de cuerdas y uno de aliento.
¿Vas a la escuela?
Estudio en casa desde hace año y medio. Acabé la primaria en un plantel normal con mención honorífica y después pedí hacer homeschooling. Me sirve mucho porque estudio menos tiempo y avanzo más rápido; en la escuela me sentía aprisionado, aquí soy libre. También voy a clases de taekwondo y natación.
¿De dónde sale tu inspiración?
Me gusta mucho andar en bicicleta; ahí se me ocurren muchas melodías, porque siento una gran conexión con la naturaleza. La inspiración es algo que me llega de repente y debo de aprovecharla. Gracias a una pieza que se me ocurrió cuando estaban naciendo mis gatitos gané un concurso en Carnegie Hall en Nueva York. La versión original la compuse para violín y después realicé la transcripción para piano.
¿Cómo es un día normal?
Inicio clases a las 7 de la mañana. Son tres horas de estudio y una hora media que utilizo para componer y practicar. Después tengo dos horas más de clase. Los fines de semana me gusta ir a caminar con mis papás o ir a restaurantes. Los sábados no compongo porque si no me canso mucho y los domingos vamos a conciertos de la Orquesta Filarmónica de la UNAM o de la Sinfónica de Minería; es como una clase de orquestación semanal.
¿Qué otras pasiones tienes?
Leer.
¿Cuáles son tus libros favoritos?
Me gusta mucho Julio Verne, tengo casi todos sus libros. Lo admiro mucho por la estructura de sus obras. Mi libro favorito es El Caballero de la Armadura Oxidada de Robert Fisher.
¿Qué te gusta comer?
Todo me gusta, más lo gourmet.
¿Qué te falta por conseguir?
Estoy componiendo un musical que quiero llevar a Broadway. Hasta ahora no he tocado con orquestas, pero en noviembre la Orquesta Sinfónica de Coyoacán va a tocar una obra mía.
¿Qué música te gusta?
Me gusta la música clásica porque creo que eleva el espíritu; la música está hecha para aumentar la vibración de las personas, para que se sientan más contentas.
¿Tu mejor experiencia?
Cuando toqué en Carnegie Hall el 14 de diciembre pasado. No estaba nervioso hasta cinco minutos antes y en cuanto entré se me quitó; los nervios te bloquean y yo no dejé que me quitaran esa experiencia. El piano es una delicia, además la acústica y la sala son impresionantes.
¿Te gusta el cine?
Me gusta más la música de las películas, por ejemplo Star Wars; admiro mucho a John Williams.
¿Qué papel han jugado tus papás en todo esto?
Me han apoyado mucho. Sin unos papás como estos, ¿cómo le haces para conseguir lo que quieres? Me parece que son perfectos.
Si no fueras músico, ¿a qué te hubieras dedicado?
Me hubiera gustado ser escritor.
¿Qué consejo darías a los jóvenes de tu edad?
Les diría que la perseverancia hace que las metas se cumplan. Mucha gente cree que los sueños no se hacen realidad y no es así; si quieres lograr algo debes echarle ganas para que se cumpla.