"Huang Yi y Kuka", está marcada por la severa educación que recibió en su infancia, el coreógrafo taiwanés Huang Yi. En su hogar le exigían obediencia y excelencia, por lo que creció siendo un niño perfecto, como si fuera literalmente un robot.
De ahí que se explique que guste de bailar con robots, tal y como lo constataron los asistentes al Teatro Cervantes, durante el primer fin de semana del 47 Festival Internacional Cervantino.
En su presentación, el bailarín y coreógrafo compartió, con KUKA, uno de los cuatro robots industriales que diseñó para danzar, para generar poesía, risas y reflexiones.
“Bailar con KUKA, al que considero como uno de mis hermanos, es como hacerlo con un bailarín, para ello tuve que aprender sus movimientos, pero considero que los dos tuvimos que acoplarnos e intercambiar nuestros movimientos".
Al presentar su coreografía, sostuvo que los robots cada vez están más presentes en nuestras vidas.
"De alguna manera se volverán como miembros de nuestras familias... De repente uno puede ser muy disciplinados, muy obedientes y eso te hace perder las emociones. Creo que los robots pueden ser una opción segura para las personas, ya que un robot hace y sigue las órdenes de un humano".
El robot industrial de la marca KUKA,con el que bailó, y con el que se ha presentado en todo el mundo, es de una empresa asiática que según las pruebas, resultó el prototipo más propicio para interactuar con los humanos.
La propuesta que se apreció en Guanajuato, conjugó la danza contemporánea y la robótica, como resultado de un arduo trabajo, el cual, por cierto, ha sido reconocido ya que aparece en la lista de las 10 mejores creaciones artístico, por la International Society for the Performing.
Al posar para las fotografías, el coreógrafo resultó también prácticamente un robot.
epc