Gustavo Dudamel es un músico de su tiempo que ha sabido combinar sus virtudes como director de orquesta con sus dotes de figura pública. Al frente de la Filarmónica de Los Angeles (LA Phil) inició el martes 12 su gira de tres presentaciones en Ciudad de México.
Una programación ecléctica caracteriza a estos tres conciertos que iniciaron con Sustain de Andrew Norman, una pieza de arquitectura plena de misterio y ambientes oníricos en la que las cuerdas juegan un papel preponderante.
Sobre este autor, cuya obra estrenó la LA Phil el año pasado, el director refiere que "representa a la nueva generación de compositores". Esto le dio pie a su placer de hablar las otras que incluyen en su programación para México:
"En el otro concierto de Bellas Artes vamos a tocar Must the Devil Have All the Good Tunes, una obra de John Adams, estrenada por la orquesta hace año y medio y, en el Auditorio Nacional presentaremos Fuga con pajarillo, de Aldemaro Romero, y Guasamacabra, de Paul Desenne. Son obras que serán estrenos en México y en los distintos sitios en los que vamos a tocar".
Dudamel alabó el hecho de que cada compositor tengan su propio sonido. "Por ejemplo, Andrew Norman es un compositor de unos colores muy especiales. Es muy efectista, sabe cómo usar la orquesta en unos términos muy particulares, únicos. Gabriela Ortiz, por ejemplo, usa muchos elementos autóctonos dentro de su música y son maravillosos porque crean el puente único entre las culturas".
Calificó a John Adams como "uno de los compositores más representativos del minimalismo y un gran maestro. Su obra Must the Devil Have All the Good Tunes tiene elementos muy jazzísticos, muy funky. Cada compositor tiene su propia personalidad. Al mismo tiempo en estos conciertos tocamos una sinfonía de Bruckner, uno de los compositores más densos de interpretar y de escuchar, y La consagración de la primavera de Stravinsky, que revolucionó completamente la música".
lar