El elixir de amor, ópera de Gaetano Donizetti estrenada en 1832, es una de las obras que más satisfacciones le han dado al tenor Javier Camarena en su relampagueante carrera. El 19 de noviembre el cantante no solo debutará en el Festival de Ópera Donizetti en Bérgamo, Italia, sino que interpretará el papel de Nemorino, que tantas satisfacciones le ha dado, con la orquestación original.
De acuerdo con el programa del festival: “la estrella que nos guía fuera de la oscuridad de la pandemia se llama Gaetano Donizetti. En esta ciudad, después de tanto dolor, es tiempo de esperanza y celebración”. De ahí que el hecho de que un mexicano encabece este festival en la ciudad natal de Donizetti, especialmente en estos tiempos difíciles, es un gran logro para el cantante.
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Camarena, quien luego de presentarse en la Expo Mundial de Dubai revisa los preparativos de su participación en el Festival de Ópera Donizetti, dice en entrevista que está muy entusiasmado por la nueva producción de El elixir de amor, “una de las óperas más célebres del compositor italiano”.
La función, indica, “marcará la reapertura del Teatro Donizetti, construido en 1780 con el nombre de Teatro Nouvo, que estuvo cerrado por remodelaciones, lo que es motivo de celebración en toda la ciudad. Además, abre sus puertas al público luego de que también había permanecido cerrado por la pandemia. Una ópera tan jocosa, tan alegre como El elixir de amor es realmente una obra muy adecuada para estos momentos”.
Instrumentos de época
El tenor explica que de la época en que se estrenó esta ópera a nuestros días, “los instrumentos han evolucionado con el deseo de conseguir sonidos mucho más brillantes en todas las secciones de la orquesta. Las cuerdas de un violín, por ejemplo, se hacían con tripas de oveja; hoy en día son metálicas, lo que permite mayor sonoridad. Además se pueden tocar piezas más complicadas porque la presión de los dedos es distinta. La flauta, el fagot o el clarinete también han evolucionado en su construcción”.
Camarena indica que el decir que esta puesta en escena es con la orquestación original no se refiere a que se trata de la instrumentación indicada por el autor. “Más bien se refiere a que la orquesta conformada para esta producción es una agrupación de instrumentos de época. El fagot, por ejemplo, está construido en el año en que se estrenó El elixir de amor. Es un instrumento que tiene casi 200 años y obviamente el sonido es completamente distinto y la afinación es apenas un poco más baja. Esto permite a los cantantes una sensación de esfuerzo más desahogada a la hora de cantar, porque además la orquesta no tiene el sonido tan brillante como los instrumentos actuales”.
Estos instrumentos, profundiza sobre el tema, “permiten un sonido mucho más aterciopelado y profundo. Esto hace una gran diferencia con cualquier otra puesta en escena que se pueda hacer de esta ópera hoy en día. Además, normalmente, por la duración de las óperas se tiende a hacer cortes. En esta puesta en escena estaremos haciendo todo lo que está escrito en la partitura”.
El tenor indica que, “además de esta versión integral de la música que escribió Donizetti, presentaremos una versión alterna de una pieza para la soprano, que es prácticamente con la que cierra la ópera. Esto significa que rara vez se ha escuchado. Todo esto, desde el punto de vista musicológico, lo hace un proyecto muy interesante”.
Una leyenda
El 22 de diciembre, Camarena se presentará en la Academia de Santa Cecilia en Roma para rendir homenaje a Enrico Caruso por el centenario de su fallecimiento. Para el tenor, el cantante italiano “es una de las leyendas de la ópera y creo que debería ser considerado, además, una de las leyendas de la industria musical. Si no fue el primero, sí fue de los primeros cantantes que hicieron registros fonográficos de su voz. Además del talento de su voz, de lo que lograba interpretativamente, el hecho de tener un acervo fonográfico tan importante realmente marca un antes y un después en la forma de consumir la música”.
Luego de calificar a Caruso como “un tenor legendario, de esos que existen cada siglo”, el cantante refiere que es un privilegio haber sido invitado por la Academia de Santa Cecilia para este homenaje a una figura fundamental de la ópera. “Pudimos encontrar un repertorio afín que interpretaremos con la Orquesta de la Academia de Santa Cecilia, dirigida por el maestro Riccardo Frizza, con óperas de Donizetti, Gounod, Bizet, Verdi, Puccini, Leoncavallo y otros. Será un concierto muy especial, una gran experiencia”.
Frutos de la dedicación
Con una agenda internacional cada vez más importante, Javier Camarena indica que nunca ha sido su intención “alcanzar la fama respecto a mi trabajo. El reconocimiento es consecuencia del esfuerzo que he hecho en mi trabajo, de la dedicación y el amor que le tengo al escenario, al canto, a la ópera, a la expresión vocal. Estoy agradecido con quienes me han reconocido como una persona que está aportando un buen nombre a la comunidad artística de México. Ahora debo seguir sobre ese camino y no dormirme en mis laureles”.
yhc