La ópera es el arte completo: Gilda Cruz-Romo

Figura internacional del bel canto, la soprano comenta en entrevista que los cantantes deben “ser disciplinados, aprender sus partituras como están escritas y buscar los lugares donde está el trabajo”.

La artista caracterizada como Desdémona en "Otelo" de Verdi. (James Heffernan/Met)
De 1970 a 1984 interpretó 168 papeles protagónicos en la Metropolitan Ópera de Nueva York. (Especial)
Ciudad de México /

Gilda Cruz-Romo, una de las glorias del canto operístico internacional, celebró en días pasados su octogésimo aniversario rodeada de amigos cercanos en San Antonio, Texas, donde reside desde hace años.

Sin embargo, en México no hubo una celebración que recordara al público los logros de la soprano a quien Héctor Sosa define como una cantante con “una musicalidad fuera de serie y unas dotes vocales extraordinarias, porque su instrumento, además de bello, era poderoso”.

Con su proverbial bonhomía, Cruz-Romo dice en entrevista telefónica que en estos días ha recordado mucho a su esposo, fallecido hace algunos años, al tiempo que ha reflexionado sobre su carrera: “De repente me doy cuenta de que tengo tanto de que dar gracias, que no puedo quejarme de nada. Ha sido maravilloso, he sido bendecida en una gran forma”.

La artista nacida en Guadalajara en 1940 refiere que la Ópera Estatal de Viena publicó en su boletín mensual: “Gilda Cruz Romo cumple 80 años el 12 de febrero”, lo que la conmovió mucho, además de que recibió felicitaciones de varios países de parte de sus compañeros del mundo de la ópera , de su familia, como la llama.

Figura reverenciada en la Metropolitan Ópera de Nueva York, donde debutó hace medio siglo, la cantante recuerda que hizo sus primeras audiciones para la compañía en San Antonio, Texas. “Gané y luego fui a Nueva York; allá también triunfé en las audiciones y logré el contrato”.

Entre risas, recuerda que en las audiciones sentía que no estaba nerviosa, pero no era así. “Los nervios son para ayudar, no para detenernos, nos ayudan a salir bien, pero hay que dominarlos”.

Tan bien dominaba los nervios, que su carrera la llevó a compartir escenario con grandes tenores en las más importantes casas de ópera, entre quienes recuerda a Mario del Monaco, Dario Franco Corelli, John Alexander o Plácido Domingo, “todos ellos hermosos colegas, grandes colegas”.

¿A qué ópera le guarda mayor cariño?

Me encanta Norma de Vincenzo Bellini, pero me gustan todas, porque mi repertorio fue maravilloso. Lo más sabroso de la ópera es que tenía un gran repertorio.

¿Y de los personajes?

Todos. Yo canté mucho Madama Butterfly, Aida, todo lo que era Verdi y Puccini era mi especialidad, hasta cierto punto, pero disfruté mucho los personajes de todas las óperas que interpreté.

¿Qué es la ópera para usted?

Es el arte completo. Tiene ballet, música orquestal, teatro, vestuario, escenografía… Es algo maravilloso, verdaderamente es el arte completo.

¿Qué consejos les daría a los jóvenes cantantes?

Ser disciplinados, aprender sus partituras como están escritas y buscar los lugares donde está el trabajo. No buscar quién los represente. A uno si no lo conocen, ¿quién lo va a representar? Nadie. Tiene que trabajar uno y pagar sus propias vacaciones —ríe—.

Mucho trabajo...

Sí, y debo decir que yo siempre llegué preparada. Siempre fui muy profesional, muy ética y todo eso ayuda. Es mucho trabajo, mucho sacrificio, pero el pago es maravilloso. Hay que tener mucha dedicación y mucha lealtad a las partituras y darse tiempo, que es un gran amigo. Hay que tener paciencia, esperar a madurar la voz.

¿Qué nos puede decir de sus discos?

No hice muchos, pero el que editaron en la Radio Italiana con un concierto de la ópera Luisa Miller, con Luciano Pavarotti, fue una maravilla. Lo han usado en las escuelas de canto de Europa para explicar lo que es el belcantismo. ¡Ahora ya no hay belcantismo, nada más gritan!

También está el disco Arias de Verdi, grabaciones históricas editadas por Urtext en 2016, que es una cosa extraordinaria. Los productores Francisco Méndez Padilla y Octavio Sosa se han dedicado a que se conozca nuestro legado. Eso es algo que no se puede pagar con dinero.

LAS CLAVES

NUEVA YORK

De 1970 a 1984 interpretó 168 papeles protagónicos en la Metropolitan Ópera de Nueva York.

VIENA Y LONDRES

Debutó en 1973 en la Ópera Estatal de Viena y un año después en la Casa Real de Ópera de Londres.

SELLO PERSONAL

Se le reconoce sobre todo por su trabajo con el repertorio italiano, particularmente Verdi y Puccini.

  • Xavier Quirarte
  • xavierquirartenuevo@gmail.com
  • Es autor de Ensayos de jazz y literatura (Editorial Doble A), es coautor de Por amor al sax y John Coltrane. Periodista especializado en jazz, rock y música contemporánea, sus textos han aparecido en los periódicos El Nacional, La Crónica y Milenio, y en revistas como Casa del Tiempo, Rock y Pop, Sólo Jazz & Blues, Círculo Mixup, La Mosca en la Pared, Cine Premier, Dos Filos, Sacbé y otras