La novela El paciente inglés de Michael Ondaatje ha sido reconocida como la más importante dentro de las galardonadas con el Booker Prize —uno de los más notables de lengua inglesa— en los 50 años de existencia del galardón. Su libro más reciente, Luz de guerra, ha logrado el éxito ante la crítica y el mercado.
En ambos casos, y en la mayor parte de su bibliografía, el pasado es uno de los protagonistas, en gran parte debido a la influencia que dejó en Michael Ondaatje haber crecido en un ambiente de posguerra, pero también por el convencimiento de que en la historia se encuentran gran parte de las explicaciones para entender nuestro presente.
“Escribir es una tarea arqueológica, es como desenterrar un cuerpo y encontrar un hueso y ponerme a investigar qué fue lo que pasó con esos restos. Tampoco creo estar buscando algún fantasma en específico, porque éste se revela a sí mismo una vez que empiezas a trabajar la historia, pero no me interesa acordarme de mi fantasma de los tres años o el que tenía a los 20, sino el que se forja al momento de escribir”, explica Ondaatje en entrevista con M2.
Para uno de los protagonistas de la parte más literaria del Hay Festival Querétaro, el reconocimiento internacional se dio con la publicación de El paciente inglés, en 1992.
El escritor canadiense de origen cingalés, afirma: “No estoy seguro de que me haya cambiado, ni siquiera de las influencias que haya tenido ese libro y su éxito en mi manera de escribir, porque soy un escritor de tiempo completo, y para el momento en que la novela y la película se volvieron populares, ya estaba en la escritura de otra novela, que es de una temática mucho más oscura: el éxito no me cambió, me dio la libertad para escribir de tiempo completo”.
Una libertad que no encontraba desde sus tiempos de poeta, aunque no ha dejado del todo al género, el simple hecho de que para escribir una novela se debe dedicar mucho más tiempo, necesitaba de ese espacio para consolidarse como escritor, como narrador en especial.
“El poeta ha influido mucho en el novelista, desde un principio, creo que aún lo hace. En la poesía buscamos concretar lo que tenemos: no solo es la palabra hermosa, sino también la precisa. El poeta da solo 70 por ciento del texto y el lector es el encargado de seguir con el trabajo para darle forma al libro”.
Retorno a la guerra
Si bien hay varios puntos de contacto de Luz de guerra (Alfaguara, 2019), con muchas de sus novelas anteriores, para el autor se trata de un libro más estricto y compuesto, mientras en El paciente inglés iba de un lado para otro, “aunque no los comparo, sobre todo porque éste lo escribí hace 20 años”.
“Estoy muy influido por un movimiento artístico como el cubista. Para mí es una manera de mantener un tiempo, encapsular el momento: tienes un rostro que te mira de una perspectiva y luego te ve desde otro lado, y esa es una manera que se puede lograr en la novela”.
A unos días de celebrar sus 76 años, Michael Ondaatje ha recibido algunos de los reconocimientos más importantes en lengua inglesa; sin embargo, ni siquiera está convencido de haber merecido todos esos premios.
“Me siento muy afortunado de ser escritor y vivir como tal, he conocido a muchos autores que no han logrado hacer una vida a partir de la escritura. ¿Pensar en ganar el Premio Nobel?, no. Ni siquiera creo que El paciente inglés haya sido la novela más importante en los 50 años de historia del Booker”.
Inmigrante
Michael Ondaatje nació en Colombo, Sri Lanka, en 1943, y emigró a Montreal cuando tenía con 19 años.
En el cine
La versión cinematográfica de El paciente inglés obtuvo nueve premios Oscar, entre ellos el de Mejor Película.
Compilador
El escritor también compiló Conversaciones, un libro de entrevistas con el director de El paciente inglés, Walter Murch.