La musicalidad que acompaña a la artista Ángela Gurría (Ciudad de México, 1929), escultora que rompió incontables barreras para hacerse de un lugar en la escena cultural mexicana a lo largo del siglo pasado, es recuperada por la galería Proyectos Monclova en la exposición Escuchar la materia.
Ángela Gurría, primera mujer en ingresar a la Academia de las Artes de México en los años 70, muestra su trabajo escultórico en esta revisión de la obra que concibió desde los años 80. Las esculturas elaboradas en diversos materiales sintetizan su lenguaje abstracto, donde predomina la naturaleza y los elementos de la cultura prehispánica, explica a M2, Polina Stroganova, directora de la galería Proyecto Monclova.
“Los responsables de la curaduría somos mi socio Teófilo Cohen y yo. Esta muestra forma parte del programa de la galería, ya que en los últimos años nos hemos dado a la tarea de ver un poco hacia atrás, para mostrar la obra de las artistas que, como la maestra Ángela Gurría, fueron pioneras en la segunda mitad del siglo XX, ya que prepararon el camino para las siguientes generaciones”.
El sonido de la piedra
La artista ha relatado la sensación que le causaba el sonido emitido por el cincel y el martillo sobre la piedra que escuchaba desde su hogar, cuando un arquitecto construía una casa muy cerca y utilizaba la piedra trabajada en el lugar por los canteros. Ese descubrimiento la motivó a emular dicho proceso, que la llevaría a seguir el camino de la escultura.
Premio Nacional de Ciencias y Artes en el área de Bellas Artes en 2013, la escultora dejó huella con su obra Señales en la Ruta de la Amistad, diseñada como parte de los Juegos Olímpicos de México en 1968.
Discípula de Germán Cueto, Ángela Gurría participó desde su casa en el enriquecimiento de la curaduría de la presente exposición, pues se encuentra delicada de salud, lo que le impidió estar presente en el montaje y apertura.
Polina Stroganova indica que la artista identificada por su obra Río Papaloapan, que realizó en 1970 para recibir al público del Museo de Arte Moderno, presenta su aspecto menos. Escuchar la materia.
“Vemos obras en las que se reconocen sus intereses en lo prehispánico, pero también en la naturaleza. Son piezas elaborada en madera, piedra, metal, ónix, obsidiana, plata y acero”, dice la curadora.
En la exhibición hay obras de diferentes formatos, piezas íntimas y pequeñas pertenecientes a la serie Río Papaloapan.
Además hay una maqueta de la obra, elaborada en plata, que data de los años 70.
De acuerdo con Stroganova,“se reunió una gran variedad de piezas, así como dibujos preparatorios que hizo para sus esculturas. Podemos ver cómo un dibujo es como un baile sumamente ligero, con una estética en la que se aprecia cómo Ángela Gurría realmente escuchaba el material y podía enfatizar sus propiedades”.
Escuchar la materia recibe al público con un retrato de la artista pintado por Juan O’Gorman, acompañado de fotografías históricas que dan cuenta de la memorabilia, misma que ofrece el contexto histórico para que la gente vea el peso y la importancia de la artista.
Antes de dedicarse a la escultura, Ángela Gurría quería estudiar teatro y tocaba la guitarra. Inclusive escribió letras de distintas canciones, una de ellas fue “El día que me dijiste”, que inmortalizó Chavela Vargas
grb