En el estado de Puebla se encuentra La Victoria, la escultura bronce más grande de México, una pieza esculpida por el maestro Bernardo Luis López Artasánchez que tiene como hogar el Cerro de Amalucan, un terreno histórico de la capital poblana que formó parte de los escenarios durante la Batalla del 5 de Mayo, pues en ese lugar el ejército francés decidió ingresar a la ciudad en 1862.
En entrevista para MULTIMEDIOS, el escultor poblano comentó que esta hazaña heroica forma parte de su historia, pues “mi tatarabuelo Francisco López llega a defender Puebla con las fuerzas de Porfirio Díaz”, sin embargo, La Victoria también representa un homenaje a las víctimas de los sismos de 1985 y 2017.
Sobre la escultura, el artista comentó que representa a una mujer peinada con una trenza, ataviada en una falda artesanal y el torso cubierto con un rebozo de Hueyapan. El sueño de López Artasánchez se forjó tras siete años de trabajo y la intención fue darle identidad al pueblo de México.
El artista Bernardo Luis Artasánchez y su obra a escala.
Foto: Andrés Lobato
“Los mexicanos nos hemos ido dando cuenta que a través de la preparación y de los valores podemos identificarnos con La Victoria, y ese fue el origen para realizar esta gran escultura”, dijo López Artasánchez.
Cabe señalar que el monumento de La Victoria tiene una altura de 65 metros con pedestal, es decir, la figura tiene una longitud de 30 metros de los pies a la antorcha. Además, pesa 70 toneladas y fue realizada como un trabajo de bronce vaciado a la cera perdida.
Colocación de la obra La Victoria en Amalucan
Foto: Especial
En memoria de las víctimas de los sismos de 2017
De acuerdo con el artista, La Victoria también tiene otro significado: honrar a las víctimas de los sismos del 7 y 19 de septiembre de 2017, así como el de 1985, los fenómenos naturales más devastadores del México contemporáneo.
A raíz de este suceso que afectó a la Ciudad de México, Puebla y Morelos, principalmente, Bernardo Luis López Artasánchez le otorgó una relevancia a su trabajo, por lo que donó su obra a Puebla, misma que representa la unión y la fuerza.
“El temblor nos cambió a todos, y también fue una muy buena oportunidad para darnos cuenta, otra vez, de que los mexicanos sabemos unirnos, desafortunadamente, en la desgracia (...) No creo que nada más debamos unirnos en la tragedia, debemos unirnos siempre. Hay pueblos como los judíos que son muy pequeños, pero cuando llega alguien extranjero lo ayudan todos, o cuando venían los españoles de la guerra civil se ayudaron entre todos, yo creo que de la misma manera podemos apoyarnos”. “También sirvió mucho para darnos cuenta de que los millennials, tan criticados por nuestras generaciones, tienen una gran valía. Ellos se unieron para juntar alimentos, zarapes, agua, herramientas que se necesitaban durante los sismos de 2017”, expuso el artista.
Talento poblano
El maestro Bernardo Luis López Artasánchez ha instalado sus obras en 16 estados de la República Mexicana, a lo largo de más de 20 años de trayectoria. Entre ellas destaca la pieza al papa Juan Pablo II en el puerto de Veracruz; la megaescultura de Basaseachi en Chihuahua y la imagen de Porfirio Díaz en Orizaba. Asimismo, en 2010 realizó una escultura al magnate y ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump, la cual fue entregada en la Torre Trump en la Quinta Avenida en Nueva York.
La Victoria es la escultura más grande de la República Mexicana y está por encima de las figuras como la de José María Morelos y Pavón en Pátzcuaro, Michoacán. Además, la pieza mexicana se codea con otros monumentos del mundo, como la Estatua de la Libertad (Nueva York), con 50 metros de altura.
Reproducción de la obra La Victoria a escala.
Foto: Andrés Lobato
CHM