La importancia de los yacimientos de Tultepec es que se identificaron dos trampas construidas por los hombres prehistóricos hace más de 14 mil años, para atrapar a los mamuts, porque en ninguno de los otros yacimientos en el mundo, se han encontrado vestigios de tácticas de caza de mastodontes tan antiguas, solamente en Japón, pero eran mucho más pequeñas, comentó el arqueólogo, Luis Córdoba Barradas, encargado de la exploración del sitio Tultepec II.
Explicó que en Siberia, Ucrania, Alemania, Austria, República Checa y Polonia se han estudiado sitios de mamuts, algunos muy grandes, donde se han encontrado miles de huesos abandonados y muchas herramientas de piedra, pero las investigaciones han concluido que los cazadores usaban trampas naturales para atrapar a los mamuts.
“Los cazadores asustaban a los mastodontes hacia barrancas y pantanos para que cayeran y ya atrapados los inmovilizaban y mataban para descuartizarlos, pero eran trampas naturales y esa es una diferencia muy grande con Tultepec, aquí estamos hablando que son trampas excavadas muy grandes, entonces estos datos pondrían a este sitio en importancia mundial”, mencionó.
El arqueólogo expuso que, en diferentes países como Alaska, se han encontrado trampas para peces de hace 500 años, en Noruega trampas para renos (fosa con muros) del periodo de los vikingos, en Israel para leopardos, que eran cabañas de piedra de hace 4 mil años y, en Nevada, Estados Unidos, hallaron muros de corral para caballos de hace 5 mil años; solo en Japón se identificaron las más antiguas con edades de 15 a 40 mil años que fueron excavadas, como en Tultepec, pero eran más pequeñas con 3 metros de diámetro.
Otro aspecto interesante fue que, en la sección 2, los huesos parecían que estaban revueltos, sin orden, pero en el análisis se observó que había restos colocados intencionalmente en ciertas posiciones, de lo que se deduce que hubo manipulación de los cazadores: “Había huesos metidos en el agujero que era la trampa, una mandíbula fue sacada del cráneo y una vértebra fue colocada en el nacimiento de las defensas, aquí se nota una especie de ritual de cazadores, porque era un mamut muy grande”.
También se encontró que predominaban las escápulas u omóplatos de lado derecho, “se hallaron 7 derechas y solo una izquierda, lo que también nos indica un posible uso ritual de las escápulas, porque los animales tenían cierto simbolismo”.
En otros sitios del mundo como Ucrania se hallaron huesos pintados y, entre estos, había una escápula izquierda con rayas rojas y también en Checoslovaquia, Rusia y Austria se descubrieron enterramientos humanos cubiertos con escápulas de mamut.
Restos cubiertos de cenizas
Los 824 huesos de 14 mamuts recuperados en el yacimiento Tultepec II, estaban enterrados en cenizas de una erupción del volcán Popocatépetl hace 14 mil 700 años, “esa ceniza, que se dispersó 88 kilómetros hasta llegar al lago Xaltocan, fue la que cubrió los huesos de mamut y por eso se ha podido tener una fecha relativa del tiempo que fueron atrapados por cazadores prehistóricos, aunque se debe comprobar con estudios de Carbono 14”, dijo el experto.
Reveló que se hizo una excavación de 7 metros de profundidad, donde se observan diferentes capas en el subsuelo y se pudieron identificar cenizas de distintos volcanes, las más profundas procedentes de una erupción del cráter de Santa Catarina cerca de Iztapalapa, a ese vestigio le han calculado 28 mil 600 años; “más arriba se ve la capa que se conoce de pómez con andesita, que es de una erupción del Popocatépetl datada hace 14 mil 700 años, esa ceniza es la que cubrió los huesos de mamut de esta exploración”.
También hay una capa de ceniza que se conoce como pómez tripartita o pómez Toluca, que tiene aproximadamente 10 mil 500 años y procede de una erupción del Nevado de Toluca.
En varios de los restos de mamuts se encontraron rastros de esas cenizas volcánicas; “la raíz de una defensa de mamut que es hueca, conocida como la cámara pulpar, estaba rellena de esa ceniza del Popocatépetl, parte de una pelvis y, en un montón de huesos encimados, la ceniza fluyó por debajo, en algunos casos la tienen encima y eso nos da un poco el conocimiento de qué ocurría en ese lugar”.
Córdoba Barradas anotó que en el fondo de lo que era el lago Xaltocan, donde merodeaban los mamuts y cazadores, había cenizas de tres erupciones volcánicas que recorrieron una distancia muy grande.
KVS