En la cultura nahua las mujeres se casaban a los 15 años, lo que significaba que habían alcanzado la edad adulta, en tanto que los varones, aparentemente no contraían nupcias tan jóvenes, indicó la doctora en antropología, Miriam López Hernández.
Explicó que cuando un joven elegía a su futura esposa, sus padres recurrían al tonalpouhqui (lector de destinos) para indagar si sería buena esposa según su signo. La solicitud de matrimonio la hacía una casamentera y cuando era el día de la boda, la cargaba en sus espaldas hasta la casa del futuro marido, acompañada de sus amigas solteras, quienes portaban antorchas para alumbrar el camino.
Al llegar a la casa de la familia, la llevaban a una habitación donde la esperaba el novio, los sentaban sobre una estera, junto a un fogón y les anudaban las mantas como símbolo de la alianza matrimonial, “luego dos viejos y dos viejas les daban consejos de cómo se habían de tratar y vivir”, narró la especialista egresada del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Durante cuatro días permanecían en la habitación sin poder consumar el matrimonio, ayunaban y hacían ritos de penitencia. Después les preparaban un lecho nupcial con petates, debajo de los cuales colocaban plumas y una piedra preciosa.
La virginidad de la mujer debía mostrarse en la estera, pero si no era así, la familia del novio armaba un escándalo y rompían las ollas de barro donde se servían los alimentos para los invitados y así se daban ellos también por enterados.
Férrea moral
En su libro, “La vida sexual de los nahuas prehispánicos”, editado por la Secretaría de Cultura y Turismo del Estado de México, la doctora en antropología, explicó que para los nahuas el comportamiento sexual estaba relacionado con los rituales y ceremonias para la fertilidad de las cosechas y la abundancia, pero inculcaban a los jóvenes la templanza.
“La actividad sexual no debía iniciar muy joven, pues se pensaba que traería consecuencias como la vejez prematura. El exceso sexual traería calamidades a la comunidad como enfermedades, cosechas mal logradas y fenómenos naturales como granizadas, heladas y sequía”.
- Los padres exhortaban a los hijos a la moderación en el caminar, el vestido, el habla, la comida y también la sexualidad.
KVS