Los mitos y las leyendas mesoamericanas que hablan de la aparición del nahual motivaron al joven artista oaxaqueño Alexis Escobar a trabajar en una serie de pinturas que cuentan la historia de La niña y el nahual.
“Ahora estoy terminando mi línea de trabajo La niña y el nahual. El nahual es un ser místico y sobrenatural que es parte de las creencias de las culturas prehispánicas”, ese mito que se refiere a la habilidad del nahual de transformarse en un ser mitad animal y mitad hombre.
Solo que para el artista, ese nahual los transforma en un ser inocente y mágico, que es compañero de juegos de la niña. Dice que decidió ser artista, influido por la cultura, la naturaleza y todas sus tradiciones de Oaxaca, que han sido un pilar fundamental en su camino por la creación. Debido a este cúmulo de estímulos obtenidos, ha podido contar con las herramientas para pintar y diseñar esculturas.
- Te recomendamos Hugo López-Gatell vacaciona en Oaxaca tras Día del Trabajo Política
Aunque reconoce que creadores que le antecedieron, como Rufino Tamayo, Rodolfo Morales y Francisco Toledo, son grandes inspiraciones para él y para todos los artistas jóvenes de Oaxaca.
El artista, que estudió la licenciatura de artes plásticas y visuales en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Autónoma Benito Juárez, en Oaxaca, y que está en busca de un lenguaje que lo distinga, comparte que hay días donde su gama de colores se limita al negro, blanco y dorado, aunque hay momentos en que desea usar todo los colores.
Además, plantea que el internet en este tiempo de pandemia del coronavirus ha sido una ventana para poder enterarse de lo que está pasando en otros lugares. Luego de que la gente dejó de salir y se resguardó en sus casas, él experimentó con la pintura, la serigrafía, el grabado y la escultura.
“Con el confinamiento aprendimos a dejar de correr, a hacer una pausa, a sentarnos y pensar en nuestro siguiente paso, pues sucedieron cosas muy fuertes, como los decesos de miles de personas”.
El hacer esta pausa forzada, que nunca olvidará, le permitió hacer composiciones y dibujos que habían quedado pendientes en su libreta de notas.
Explica que sus obras también están cargadas de elementos simbólicos, como las grecas o los ídolos, que retoma de las culturas ancestrales, como la zapoteca y la mixteca: “La serie de La Niña y el nahual es especial por todo el tiempo que le dediqué para hacerla”.
El creador muestra a M2 su más reciente escultura de un chapulín, aunque es uno de los animales que ya ha representado en otras series: “Es un chapulín, elaborado en metal, una pieza muy especial para mí por lo que representa en el lugar de donde yo vengo”.
Ese diseño está inspirado en las grecas que se aprecian en los vestigios arqueológicos de Oaxaca, en la cerámica y en los textiles.
Uno de sus intereses está en trabajar con lámina de oro, cuenta que desde que era niño se impresionó al acudir a las iglesias, en particular la catedral de Oaxaca: “Me generó una sensación muy especial, diría yo que espiritual, porque aun hoy en día ninguna tinta puede lograr ese aspecto”.
Por ese motivo eligió la lámina de oro para crear algunas de sus obras que forman parte de su creación más reciente. _