/ Fotos: Araceli López
Uno de los principales desafíos en la actualidad es mantener viva la relevancia de la tradición de los nacimientos, frente a las influencias globales. Sin embargo, los artesanos al innovar dentro del marco tradicional sus prácticas pueden coexistir con las tendencias modernas sin perder su esencia.
Cándida Fernández de Calderón, directora de Fomento Cultural Citibanamex, cuyo compromiso es la promoción y preservación de los nacimientos como una de las expresiones de la cultura mexicana, habla en entrevista con MILENIO de esta importante tradición.
“Los nacimientos son una tradición profundamente arraigada en nuestra cultura. Representan no sólo el nacimiento de Jesús, sino también el renacer de la esperanza y la unión familiar. Cada figura, cada elemento en un nacimiento cuenta una historia y refleja nuestras costumbres y creencias. Es un arte que trasciende generaciones, donde cada artesano aporta su visión única”, detalla.
La tradición de los nacimientos en México, agrega Fernández de Calderón, se remonta al siglo XVI, cuando los misioneros introdujeron esta práctica. Con el tiempo, ha evolucionado para incluir elementos locales y contemporáneos, y hoy en día, se pueden apreciar nacimientos que incorporan personajes y situaciones actuales, lo que demuestra su adaptabilidad y relevancia en la sociedad.
“Este año tenemos el gusto de presentar a 39 grandes maestros con 379 obras, elaboradas con todas las materias primas, que en conjunto suman unas 2 mil 500 piezas muy lindas las cuales vienen de 66 localidades. Llevamos años adquiriendo estos nacimientos, lo que significa que con el tiempo se ha ido enriqueciendo esta exposición”.
Los nacimientos son una manifestación del alma mexicana, conectan a las personas con sus raíces y les recuerdan la importancia de la comunidad y la familia. En un mundo que cambia rápidamente, estas tradiciones los anclan a su identidad.
“Compramos algunos nacimientos cada año, a través de los concursos porque ya como sabe, compartimos tres concursos a nivel nacional, entre ellos el Gran Premio de los Grandes Maestros y el Nacional de nacimientos”.
Tradición artesanal
Esta tradición cristiana, enfatiza la también curadora de la exhibición, tiene su origen en los primeros años del siglo XVI, como una herramienta didáctica muy utilizada con los misioneros para evangelizar a las comunidades indígenas. En un principio se representaban con personas vivas, posteriormente se realizaron recreaciones con barro primero y madera de los dos grandes acontecimientos.
Asegura que, con la revaloración del arte popular en el transcurso del siglo XX, los artistas populares han tomado los materiales a su alcance para dar rienda suelta a su imaginación.
En la exposición se encuentran nacimientos de todos los tamaños y diseños elaborados lo mismo que con plumas de ave recortadas y pegadas con cola de orquídea sobre papel amate, que con concha pulida, recortada, entintada y adherida con cola vegetal sobre madera.
“También en los materiales nos sorprenden los maestros artesanos, por la diversidad de materiales a los que recurren y que las personas pueden admirar y sensibilizarse sobre el quehacer de estos grandes maestros”, destaca.
Una de las secciones de la muestra que más expresiones de admiración roba a los asistentes es la dedicada a la miniatura, por su calidad y perfección que dependen de la habilidad de los artesanos.
En su diseño se utilizan materiales como palma, cuernos, madera, vidrio, cera, piedras, metales, cobre, huesos y cerámica.
Los nacimientos en miniatura dan cuenta del gran virtuosismo y la gran capacidad artística de quienes los elaboran, al tener la habilidad y destreza para reducir minuciosamente, en pequeñas proporciones, lo que se observa en una escala normal.
Destaca el trabajo de don Roberto Ruiz y sus hijos Roberto, Abraham y José Manuel, quienes realizan sus obras sobre hueso, en tamaños diminutos, logrando incluir hasta 20 personajes, incluidos animalitos y árboles frondosos.
De igual forma se despliegan en la muestra los nacimientos diseñados con fibras naturales, cuyo uso tiene un origen prehispánico, con arraigo durante la época virreinal.
“Las especies usados en la cestería se componen de una total de 80, correspondientes a 20 familias botánicas. De esta manera se maneja paja de trigo, , una especie de tule, tule, palma real, palma de jipi, ixtle, vara de sauce, hojas de plátano y zacate. También se utilizan semillas de plantas, como la siempreviva que se prepara con pegamento y pintura, inclusive se usa las cáscaras de cacahuate para elaborar complementos del nacimiento. Sin dejar de manufacturar las figuras de San José, la Virgen y el Niño, los ángeles, los pastores, los reyes magos y los animalitos que forman parte del nacimiento tradicional”.
¿Hay alguna pieza de los primeros nacimientos de la época virreinal?
Nos quedan muy pocos ejemplos de la presencia virreinal del siglo XVII, porque eran piezas que además rompían con cierta facilidad, seguramente porque no eran sometidas a gran temperatura por lo que entonces tampoco tenían una gran cohesión molecular. Pero sí tenemos ejemplos de los siglos XVIII y XIX, que empiezan a elaborarse con distintos materiales como madera y hasta del árbol del chicle.
¿Piensan romper el récord de asistencia del año pasado?
En 2023 la exposición de nacimientos que duró dos meses, tuvimos 570 mil visitantes, este año esperamos que acudan más personas a admirar cada uno de los nacimientos elaborados por grandes artesanos, ya que permanecerá abierta al público, de manera gratuita, hasta el 2 de febrero de 2025.
Una de las tradiciones más antiguas de la cultura cristiana occidental, como es la creación de nacimientos, que se ha conservado hasta nuestros días con un alto nivel de calidad, gracias a la creatividad de los Grandes Maestros del Arte Popular, se presenta en la exposición Nacimientos. Arte y tradición, la cual se puede visitar en el Palacio de Cultura Citibanamex, Palacio de Iturbide, ubicado en la calle de Madero 17, en el Centro Histórico estará abierta con excepción del 25 de diciembre y 1 de enero de 2025.
De dónde vienen
El origen de la tradición de los nacimientos se le adjudica a San Francisco de Asís, quien recreó el primer Belén, con el Niño Dios en el pesebre, de acuerdo con el Evangelio de San Lucas, en el año de 1223.
A partir de ahí esta tradición se propagó por el mundo católico, la costumbre se arraigó en España en el siglo XVI, llegando a la Nueva España, donde llegó para quedarse.
evt