Un acercamiento a la manera como vivía, trabajaba y se divertía la sociedad europea de los siglos XVIII y XIX es lo que ofrece la exposición Tiempo de labor, juego y ocio, que se puede visitar en el Museo Nacional de San Carlos.
Esta minuciosa reconstrucción del pasado se hizo a través de la exhibición de materiales del acervo del museo: de sus pinturas, dibujos, grabados y diversos objetos.
Mireida Velázquez Torres, su directora, dice que con esta muestra se inicia la relectura de la invaluable colección que resguardan.
Integrada por 70 obras de artistas europeos como Jan Brueghel de Velours, Pierre Ribera, Joaquín Sorolla, Eduardo Chicharro, Jean Béraud y Charles Michel, entre otros, la exposición se enriqueció con piezas procedentes de acervos del Museo Nacional de Arte, el Museo del Estanquillo, la Galería Windsor y la Galería Cristóbal, además de la Colección Pérez Simón.
“Ofrecemos este acercamiento a través de la colección del Museo Nacional de San Carlos; el público verá que tenemos mucho en común, más de lo que se imagina, con los hombres y mujeres de los siglos XVIII y XIX. Se puede ver que, igual que nosotros, ellos aprovechaban su tiempo libre para ir a la taberna, para platicar o ir a tomar un café”.
Al presentar parte de su colección, la intención es que el público no solo la conozca, sino que pueda sentirse identificado con la sociedad del pasado, que así como trabajaba también se daba el tiempo para divertirse.
En la exposición pueden verse imágenes de mineros, floristas, campesinos y vendedores, lo mismo que el tiempo dedicado a divertirse. “En las obras de los siglos XVIII y XIX se advierte que la gente le otorgaba tiempo a los momentos recreativos y lúdicos tanto en reuniones como en fiestas”, afirma la directora del museo.
Por ejemplo, el juego se ve representado en la pintura Jugando ajedrez, de Ferdinand Roybet, donde la habilidad mental y la memoria siempre han sido las herramientas a las que recurren los jugadores.
Las pinturas muestran, de igual manera, que las mujeres tenían tiempos para la lectura. Las que podían dedicarse a ello, y que tenían la posibilidad de hacerlo, tenían clases de música y organizaban tertulias, siempre y cuando no olvidaran su papel de esposas abnegadas y madres amorosas.
“Los niños son parte de esta mirada artística e histórica —explica Mireida Velázquez Torres—. Tenemos un cuadro muy bonito que gira alrededor del juego de la gallina ciega. Se trata de un cuadro del siglo XIX, donde vemos cómo estos juegos tradicionales, que tal vez se han ido perdiendo, están presentes en la producción de la Europa de esa época”.
ESPACIO LÚDICO
La directora del Museo Nacional de San Carlos, indica que una parte interesante de la muestra es la incorporación de un espacio lúdico a lo largo del recorrido de la exposición, en el que la gente, sin duda, recordará su infancia y la manera más sencilla que tenía de pasar el tiempo libre.
Justo en este lugar hay una reproducción de ese cuadro, donde las personas pueden entrar prácticamente a la obra, posar de cualquier forma y tomarse una fotografía como parte de esta intervención.
Los asistentes conocerán el grabado original del juego de La Oca, realizado por José Guadalupe Posada, perteneciente al Museo del Estanquillo. Se reprodujo y se puso en la sala lúdica para que los visitantes se puedan llevar una copia.
De acuerdo con la funcionaria, “es importante recordar esa manera en que tal vez nos reuníamos alrededor del juego, para que conviviéramos jóvenes, adultos y niños, eso es algo que tratamos de retomar, para que no se pierda. Estamos buscando que tanto niños, como jóvenes y adultos se sientan atraídos por la exposición, pues el Museo Nacional de San Carlos se distingue este tipo de actividades”.
De la colección Carlos Monsiváis del Museo del Estanquillo también se exhiben ejemplos de títeres de principios del siglo XX. De temática similar se exhibe una marioneta de la Compañía Rosete Aranda que data de 1920.
Tiempo de labor, juego y ocio se puede visitar hasta el 22 de septiembre en el Museo Nacional de San Carlos, Puente de Alvarado 50, colonia Tabacalera, en la Alcaldía Cuauhtémoc.
CLAVES
GRAN INVENTO
Esteban Llagostera afirma que el aburrimiento del hombre en todos los tiempos originó que inventase lo que hoy llamamos ocio, o sea, la manera de cubrir el tiempo muerto, de ahí nacieron los miles de juegos que ahora disfrutamos.
FESTIVIDADES
En el siglo XVIII durante algunas festividades era común ofrecer diversos juegos populares y aristocráticos, tales como la caza, el juego de pelota, los bolos y las carreras.
ESPECTÁCULOS
En esa época se disfrutaban espectáculos de toda índole, entre ellos las procesiones religiosas, coronaciones, bodas y bautizos.
LA MÚSICA
Las obras de arte son testimonio de que la música también era una parte del descanso y el deleite, como se observa en Mozart en Viena, de Jean Baptiste Alfred Cornilliet.