Desde hace 24 años inició la tradición de la familia Ramos Nazario quienes cada mes de octubre se reúnen para elaborar pan de Muerto, cien por ciento artesanal con ingredientes naturales como el higo y la nuez.
Son originarios del estado de Tlaxcala, pero hace 50 años llegaron al municipio de Nezahualcóyotl, en la zona oriente del Estado de México, “somos más de acá que de allá, aseguran, y han hecho de este pan un deleite de los nezatlenses.
Adaptaron su vivienda como panadería
A mediados de octubre, el aroma de la mantequilla se expande por la calle Indios Verdes, de la colonia Metropolitana, señal de que los hornos del señor Sebastián Ramos están encendidos para iniciar con la venta de temporada.
“Vamos por el higo a Tlaxcala, allá hay muchas Higueras se da mucho este fruto y vamos a cortarlo cuando todavía está verde, lo traemos lo lavamos y hacemos todo el proceso para enmielarlo y no tiene nada de conservador”, aseguró don Sebastián mientras extiende los higos en charolas de aluminio.
¿Cómo elaboran el pan de muerto?
Tres recamaras y un pasillo de la vivienda se convierten en la panadería de la familia, mientras unos hacen los higos, los otros pesan los ingredientes para verterlos en batidoras por al menos 40 minutos.
“El secreto de éste pan es que la masa queda Chiclosa cuando se comienza a pegar en el aspa eso nos indica que ya está y es momento de sacarla”, agregó Hugo, integrante de la familia.
Después la masa se pasa a mesas dónde es pesada para que los panaderos puedan comenzar a darle forma y relleno, Bryan es panadero desde hace 15 años, este mes fue contratado por la familia por su gran habilidad para hacer los panes.
Primero extiende la masa en forma de rectángulo para ponerle el relleno, nuez con chocolate, nuez con higo o solo nuez, después le da forma redonda y los pone en charolas, donde otro de sus compañeros rectifica su perfección.
“Este trabajo hay que hacerlo con gusto y contentos, a mi encanta, lo hago feliz porque siento que eso se siente en un buen pan, además de que este pan está delicioso”, dijo.
El señor Sebastian es el encargado de llevar las charolas al horno y sacar el pan caliente para que después, su esposa Catalina les pone el toque final.
“Aquí ya le ponemos el azúcar y lo entregamos como el cliente lo quiera, tenemos unos de arroz con leche”.
El pan de la familia Ramos ha traspasado fronteras por este pan único, pues desde sus inicios las familias lo adquieren para llevarlo a otros países como Estados Unidos, Canadá y Colombia.
“Ellos mismos nos dicen que lo llevan a otros lugares, ya vienen y compran y nos dicen este va a Canadá, Orlando, New York, entonces esa es nuestra satisfacción saber que no nada más aquí lo disfrutan sino también en otros lugares”, finalizó doña Catalina.
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