Feggo gana el Premio de Caricatura Gabriel Vargas

El caricaturista mexicano, colaborador de The New York Times y The Wall Street Journal, fue reconocido en el Museo del Estanquillo.

El caricaturista posa con el reconocimiento. (Foto: Ariana Pérez)
Ciudad de México /

Como si hubiese recibido un Oscar de la Academia, el caricaturista Felipe Galindo Gómez mejor conocido como Feggo comparó ese reconocimiento con el Premio a la Trayectoria de Caricatura “Gabriel Vargas” en su octava edición, que le fue entregado en reconocimiento a su labor como dibujante de humor, tanto en México como en el extranjero.

Durante la ceremonia que tuvo lugar en el Museo de El Estanquillo Carlos Monsiváis, el caricaturista e ilustrador, agradeció la distinción: “Siempre me pregunté ¿qué se sentiría ganarse un Oscar? pero nunca me dediqué a la actuación. Este Gabriel Vargas es para mí su equivalente, y muy bienvenido sobre todo por llevar el nombre de un prolífico historietista inmensamente popular y con divertido humor urbano, lleno de personajes simpáticamente extravagantes y que son a la vez muy reales”.

Feggo estaba realmente conmovido que hasta se le quebró la voz, los cálidos aplausos de los asistentes le dieron ánimo para seguir: “Muchas gracias por su presencia en este guadalupano día que, por cierto, es mi aniversario de bodas. Mi esposa no pudo venir porque tenía ya compromisos desde hace tiempo y tenía que viajar, pero le dije que estaría aquí conmigo”.

El momento más emotivo fue cuando el gran caricaturista, cuyo trabajo se ha publicado en The New Yorker, en The New York Times y en The Wall Street Journal, le brindó el galardón a su esposa.

“Le dedico este premio a mi compañera, a la artista Andrea Arroyo que me ha apoyado e inspirado a lo largo de mi carrera y a quien la diosa del humor puso en mi camino cuando participaba yo en una conferencia de caricatura en la UNAM, donde cupido me flechó al verla sentada entre el público. Si no hubiera sido yo caricaturista no sé de qué otra manera la hubiera conocido; nunca pensé que a través del humor me llegaría el amor”.

Lleva ya cinco décadas creando arte humorístico, tirando línea, haciendo humor político, humor de contenido social muy reflexivo, didáctico, escrito, dibujado y plasmado en diversidad de medios: dibujos animados, ilustraciones y arte público.

“Se dice que el humor es la mejor medicina y si no funciona la medicina pues al menos hay que morir con la sonrisa en la boca. No es que me quiera morir todavía, ni dios ni la santa muerte lo quieran, espero poder seguir dibujando hasta que el cuerpo y el humor aguanten”, subrayó el caricaturista nacido en Cuernavaca, Morelos.

El monero, que actualmente colabora en la revista El Chamuco, hizo una mención especial al Eduardo del Río (Rius), quien lo inspiró para dedicarse al oficio de la caricatura.

“Cuando aún estudiaba artes visuales, no encontré humor en hacer arte geométrico, aunque he de confesar que la educación artística que recibí de la UNAM fue muy buena y me formó estupendamente. Pero de Rius aprendí que para estar en este oficio del cartón hay que tener pasión, información, conocimiento, dedicación, tenacidad y humor, mucho humor. Todavía siendo estudiante universitario en febrero del 1978, publiqué mis primeros cartones en la revista de los universitarios. Desarrollé mi estilo poco a poco, haciendo cartones, ilustraciones e historietas para diversos publicaciones”.

Cinco años después, relató Feggo, en febrero del 1983, siguiendo la ruta de artistas como El chamaco Covarrubias y de los muralistas Diego Rivera y José Clemente Orozco, se lanzó a la ciudad de Nueva York a buscar nuevos espacios para sus dibujos, y desde entonces reside en aquella gran isla.

“Le llamo Manhatitlán y desde ahí colaboro en revistas como The New Yorker, o Nickelodeon, en fin lo que se ponga enfrente. Trato de instalar ahí mi humor y mis cartones que me han abierto las puertas a publicaciones en otros países y concursos internacionales, que son una competencia excelente, como la Fórmula 1 del humor, al estar compitiendo con gente de todo el mundo; afortunadamente he logrado premios en diferentes lugares como Portugal, Turquía, Grecia, Estados Unidos y las Naciones Unidas y aquí en México”.

Feggo se asume como una especie de mensajero entre dos mundos, evoca que cuando llegó a Nueva York casi no había mexicanos, ahora ya hay casi un millón entre los tres estados cercanos.

“Este premio me regala mucha alegría y mucha inspiración para continuar trotando el mundo con mis plumas, cuadernos y humor en la mano. Gracias México por este premio, esta dulzura me hace sentir si no como profeta en mi tierra, al menos como un profiterol y tal vez más adelante me gané un Oscar, aunque sea de Óscar Chávez”, finalizó, tras una larga y fuerte ovación del auditorio.

Feliz de recibir el premio de manos de Jorge Muciño, director general de vinculación institucional de la Secretaría de Cultura, acompañado del jurado: Rafael Barajas, El fisgón; Bernardo Fernández, BEF; José Hernández y Rafael Pineda, Feggo sonrió a las cámaras y mostró con mucho orgullo su galardón.

Previamente, Rafael Bajaras, El Fisgón, al referirse a Feggo, expuso que el gran ilustrador y caricaturista tenía dos caminos: por un lado, era un pintor geométrico, muy serio y respetable, pero la verdad es que como tenía sentido del humor no se pudo quedar en esa veta y entonces se metió a trabajar en las historietas y en los cartones.

“Tiene un tipo de trabajo que es muy delicado, con un humor realmente muy fino. A mí me gusta mucho toda esta serie que ha hecho sobre Manhatitlán, en la que vemos a los voladores de Papantla en la torre del Empire State Building. Es un personaje que ha mantenido esta liga de la caricatura política mexicana con el humor blanco norteamericano, y eso le da un lugar muy especial en nuestra pinacoteca de los moneros de este país”.

Por su parte, BEF manifestó que era un gran momento para festejar y sentirnos muy orgullosos de tener alguien así de talentoso, tras ser reconocido en Estados Unidos. “Un vitral suyo adorna el metro en Nueva York, que es un honor reservado a artistas entrañables para los neoyorquinos. Por eso hoy para mí es un gran motivo de fiesta que este premio recaiga en alguien que ha puesto el nombre de México y del humor mexicano muy en alto. Me parece una maravilla que hoy festejemos y reconozcamos la carrera de nuestro querido Feggo”.

PCL

  • Leticia Sánchez Medel
  • letymedel@yahoo.com.mx
  • Reportera cultural, cursó la maestría en Periodismo Político, es autora de tres libros sobre la historia inédita del Cervantino.

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