Feria congrega sabores de la cocina tradicional mexicana

Fortalecer la gastronomía, el propósito: Sol Rubín de la Borbolla.

El encuentro incluye presentaciones de libros, demostraciones y venta de productos. (Jesús Alejo Santiago)
Jesús Alejo Santiago
México /

El reconocimiento a la cocina tradicional mexicana empezó a visibilizarse a partir de 2010, cuando la Unesco la declaró como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, sobre todo a través de una serie de acciones que apuestan por reflexionar y hacer conciencia acerca de la importancia que tiene como un elemento identitario de nuestro país.

Bajo esa idea, el Museo Nacional de Culturas Populares alberga la Feria de la Cocina Tradicional de México, en la que se conjugaron esfuerzos de la Dirección General de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas de la Secretaría de Cultura federal, el Conservatorio de la Cultura Gastronómica Mexicana (CCGM), el Instituto Culinario Coronado y la Fundación Alsea.

Con el tema “Mano a mano entre cocineras tradicionales y mayoras de El Portón”, el encuentro se conforma de presentaciones de libros, conversatorios, demostraciones gastronómicas, expo venta de ingredientes y artesanías, además de presentaciones escénicas y hasta un concierto del grupo de son jarocho Mono Blanco.

Desde la perspectiva de la promotora cultural Sol Rubín de la Borbolla, la cocina tradicional forma parte de la cultura mexicana de manera muy importante y en todo el país, solo que de manera diferente, de ahí la fuerza que ha tomado un movimiento que apuesta por reforzar la presencia de la gastronomía tradicional mexicana.

“Se trata de hacer conciencia, de difundirla y de fortalecerla aún más, aunque no es una manifestación que se esté perdiendo, ni mucho menos. Hace 50 años nadie pensaba en un mole con manzana, como el que se sirve aquí, y seguramente en unos años se va a convertir en un platillo tradicional si a la gente le gusta y lo sigue comiendo”, aseguró la integrante del CCGM.

Durante la inauguración de la feria, el escritor y gastrónomo José N. Iturriaga aseguró que el reconocimiento de la Unesco no solo refleja que nuestra cocina sea muy sabrosa, sino que tiene una enorme implicación cultural en aspectos “históricos, geográficos, antropológicos, incluso vinculada a la religión”.

A desarrollarse hasta el 30 de septiembre, en el Museo Nacional de Culturas Populares, la Feria Nacional de las Cocinas Tradicionales contempla la presentación de recetarios tradicionales, en especial a lo largo del sábado, día que concluirá con la presencia de Mono Blanco.

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