Festival de Mujeres en Escena por la Paz

El XXXII Festival de Mujeres en Escena por la Paz arrancó en Bogotá el 4 de agosto con la participación de Argentina, Brasil,.. y la anfitriona Colombia.

Festival de Mujeres en Escena por la Paz
Jaime Chabaud Magnus
Ciudad de México /

El XXXII Festival de Mujeres en Escena por la Paz arrancó en Bogotá el 4 de agosto con la participación de Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Cuba, Ecuador, España, EUA, México, Dominicana, Portugal, Suiza, Venezuela y la anfitriona Colombia. En total 63 grupos nacionales y 19 extranjeros con 95 funciones de teatro, danza y performance. 

En 22 escenarios se ha desarrollado este festival pionero en su tipo pues privilegia la visión de directoras, dramaturgas y creadoras escénicas, sin excluir a los varones pero sí privilegiando los discursos de género, antipatriarcal y/o de nuevas masculinidades. Hace 33 años, Patricia Ariza, hoy ex ministra de Cultura de Colombia, activista, poeta, dramaturga, directora y actriz, realizó un censo de directores y dramaturgos colombianos a pedido de una institución. El resultado era abrumador: casi 98 por ciento eran hombres. Hoy la cifra es otra gracias, entre otras cosas, a este festival. 

Con una estupenda coproducción Argentina-Perú del unipersonal Útero generacional dirigido por la prestigiosa Ana Correa, escrito y actuado por Melina Hernández, se inauguró esta XXXII versión del festival, con el acompañamiento de la puesta de Camilo, creación colectiva del legendario grupo La Candelaria, bajo la dirección de Patricia Ariza. 

Los unipersonales han sido la constante este año en esta fiesta con deliberada carga política simplemente por ponderar la mirada femenina y por ser, al tiempo, un clamor por la paz de la que las mujeres suelen ser mejores garantes que los hombres.

De Brasil, Seres de Luz trajeron un espectáculo muy personal, conmovedor y también humorístico a manos de una de las más geniales clown que haya visto: Lily Curcio encarnó Pedazos de mí. De ella vimos en el Festival Internacional de Teatro El Gesto Noble otra puesta delirante: Spaguetti. Lily Curcio es una argentina exiliada en Brasil desde la época de la dictadura, a quien el clown “le ha salvado la vida”, aunque podemos decir que ella lo devuelve con creces a sus espectadores.

Mexicanas en acción

La presencia de México ha estado a cargo de las directoras Marisol Castillo con Mulato Teatro, de Ticumán, Morelos, y Eugenia Cano con Teatro Kalipatos, de Guanajuto capital. La primera participó también en un encuentro de mujeres directoras mientras que la segunda imparte a partir de ayer un taller de kathakali y memoria indígena.

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