Esta sábado, en la tradicional Arena Afición se reunieron luchadores sin máscaras, jóvenes emprendedores que con entusiasmo mostraron su deseo por empoderarse a través de lo que saben hacer, algunos en lo gastronómico, otros en lo artesanal y otros más, plasmando en pintura su talento.
Esto en lo que fue la primera edición del Festival Luchón 2019, ideado desde hace dos años, pero llevado a la realidad hasta este día, en el que 35 expositores se presentaron con dos finalidades importantes, tal como señalaron sus organizadores.
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"Surgió hace dos años y medio, y recién se empezó a cimentar y la idea fue nutrir la ciudad, la comunidades y hacer cosas. Nos reunimos, ambos somos arquitectos, y queremos generar toda esta sinergia de distintas disciplinas y llegar a algo".
"Queremos resignificar el término de luchón, que los mexicanos saben que tiene una connotación negativa pero, al final de cuentas todos tenemos un luchón dentro, todos descubrimos nuestros dones o talentos y nos ponemos en el ring para mostrar nuestra lucha tratando de motivar a las personas, por lo que se toma el ring como metáfora de manifestación individual", explicó María Fernanda Barranco, organizadora de este evento.
Asimismo, se trató de proyectar el entusiasmo y emprendimiento de nuevas generaciones que buscan mostrar su talento y dignificar el papel de estas generaciones que, con esfuerzos, se dedican a lo que les gusta hacer.
"En realidad se trata de múltiples disciplinas y lo que tratamos de hacer es de verificar la ocupación de los jóvenes para que tengan diferentes ocupaciones en un campo laboral, que no precisamente debe de ser de profesiones preestablecidas, sino que también volteen a ver las disciplinas artísticas, el emprendimiento, los negocios propios".
"Es también una manera que tienen de encontrar esta motivación, inspiración y que decidan innovar mostrando sus propios talentos y compartirlos al colectivo", indicó Jonathan Paredes Cortés, otro de los organizadores.
Entre ellos, jóvenes que han apostado por alguna actividad que, en el gusto de hacerla, han tenido también la oportunidad de emprender sus propios negocios, como es el caso de Alejandro Verano Calderón, un joven quien aprendió el arte de hacer helados artesanales, creando la marca Melao que ahora se expande en algunos centros comerciales de Pachuca.
"Nosotros somos productores helados artesanales y tenemos el suave de yogurt y crema, y nos ubicamos en Plaza Bella, en el Aurrerá de Bonfil y el Wallmart de Pachuca. Aprendí la receta de Miguel Ángel Peña Banglioni, un italiano que ha impulsado y asesorado a muchos jóvenes en Hidalgo, y quien me redirigió para hallar los sabores que podrían gustar en Pachuca y ha resultado, vamos muy bien", señaló Alejandro.
Ricardo Montes Venero es la primera vez que hizo tacos de canasta para ponerlos a la venta, "y ya se acabaron los de Cochinita Pibil, pero hemos crecido y tenemos nuestro negocio en la avenida Cuauhtémoc 700, justo atrás del Parque de la Familia", expresa.
Las hermanas Paola y Aline López Aldana muestran un pequeño cuadro de Picasso, bordado a mano, así como una serie de playeras que tienen precios de 150 a 180 pesos, con algunos bordados a la altura del pecho, y aunque este sábado los expusieron en una mesa para que visitantes pudieran observar su trabajo, su negocio se ha desarrollado en redes sociales.
"Nos hacen pedidos vía Instagram en donde nos ubican como Sanguínea Cordis, y la verdad es que a veces la gente no valora el trabajo que hay detrás de cada trabajo, pero a nosotras nos gusta hacerlo y vamos poco a poco con nuestros productos", indicó Paola.
Es así como se llevó a cabo este Festival, que reunió a 35 expositores, presentó ocho talleres con una ardua participación ciudadana, pláticas y pintado de muros de la Arena Afición, en los que quedó demostrado el talento artístico de ocho artistas que plasmaron la idea de la lucha en el ring y de la vida.