Para alimentar el mito de la palabra misma, se dice que saudade no tiene una traducción exacta del portugués a cualquier otro idioma: es un sentimiento próximo a la melancolía a partir de la distancia.
Todavía no terminaba la edición 32 de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara y en la ceremonia de cambio de estafeta, para dar la bienvenida al siguiente invitado de honor, y esa sensación se transmitió no solo en las palabras de despedida, sino incluso en los sonidos con los que empezó la despedida.
Más de un año de organización. Nueve días de actividades. Se despide Portugal resaltando que su presencia en Guadalajara fue prioritaria dentro de la diplomacia cultural de su país en el último año, “el empeño de varios organismos públicos y entidades privadas, lo mismo del lado artístico, académico y económico, son ejemplo del nivel de importancia que le atribuye Portugal a su relación con México y con América hispánica, que esperemos sea duradera”, destacó António Costa, primer ministro de Portugal.
“La literatura y las artes son fuentes vivas de cualquier país y de cualquier cultura, son elementos insuperables para dar a conocer a una nación y a un pueblo. Podemos conocer a un país mucho antes de visitarlo, solamente a través de su literatura”, enfatizó durante la ceremonia de cambio de estafeta, en la que se le da la bienvenida al siguiente país invitado, en este caso India, con toda su tradición literaria, pero también de su presente.
“Hoy día, India es el sexto país editor de libros más grande del mundo y ocupa el segundo lugar, detrás de Estados Unidos, como país editor de libros en inglés. La industria editorial india ha crecido, según un reciente de mercado se estima que fue de seis mil 700 millones de dólares en 2017: vivimos en un mundo impulsado por el conocimiento, las ferias del libro tienen un especial en lo que se refiere a la educación y el aprendizaje”, a decir de Muktesh Pardeshi, embajador de India en México.
Tan solo India, con más de mil 200 millones de habitantes, cuenta con más de 20 idiomas oficiales, lo que refleja la riqueza y diversidad con la que vendrán a México, porque su presencia en la FIL va más allá de los libros y permite también un acercamiento a sus tradiciones y a su cultura contemporánea.
La FIL y sus lectores
La Feria Internacional del Libro de Guadalajara tiene mucho vigor y finanzas sanas, así que suceda lo que suceda, la estabilidad de la FIL no está a prueba en los próximos años, ante el cambio de gobierno, aseveró Raúl Padilla, presidente del comité organizador de la FIL.
La FIL, que es autofinanciable, es una operadora de la Universidad de Guadalajara; su realización le cuesta entre 125 a 127 millones, pero ingresan de 133 a 135 millones: es decir, tiene excedentes que se destinan a programas de fomento a la lectura y a publicaciones.
Padilla detalló que el número de visitantes se incrementó apenas en unos 5mil con respecto al año pasado, se esperaba superar los 819 al cierre de la jornada dominical, en parte porque “tuvimos un miércoles extraño, en 20 años no había llovido como sucedió este año, con lo que bajó mucho el flujo de visitantes”.
Y como ya lo había hecho durante la inauguración, exhortó al nuevo gobierno federal, encabezado por Andrés Manuel López Obrador, a cumplir con lo que plantearon las plataformas de los diversos partidos políticos durante las campañas presidenciales, de asignarle a la cultura al menos 1 por ciento del Presupuesto de Egresos de la Federación.
Mientras, para Manuela Júdice, comisaria de la delegación de Portugal en la FIL, la experiencia de ser el país invitado de honor les resultó muy gratificante: “Consideramos que se crearán los lazos para seguir participando en la FIL, cosa que nunca había ocurrido hasta ahora. Y espero que Portugal sea para vosotros, a partir de hoy, increíble”.
Homenajes, ventas de derechos de autor, presentaciones de libros, conciertos, conferencias y encuentros académicos que situaron Guadalajara y México en el centro de la vida cultural, artística y editorial del mundo.