Los especialistas en literatura se preocupan mucho por determinar las características de las obras individuales que examinan —novelas, libros de cuentos, poemarios, etcétera— y de las épocas en que éstas se escriben. Hacen análisis, describen aportaciones de autores y autoras en concreto, y luego las relacionan con su contexto. Si tienen inclinación por las jerarquías y la competencia, su objetivo final será explicar o hasta influir en la formación del canon: la lista de los muy escasos libros que, se dice, merecen ser recordados más allá de su propio tiempo, y se deben leer antes que cualquier otro.
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Nada de lo anterior tiene por qué importar a los lectores no especializados, para quienes las muchas obras que se publican cada año pueden ser intercambiables: parte de una oferta enorme que se le ofrece en lugares como la propia FIL y de la que puede tomar (o no) según sus posibilidades y sus deseos en el momento de estar ante los libros, sin tener que planear nada con antelación ni rendirle cuentas a la Historia (o a los doctores en Letras).
Sin embargo, también son posibles posturas intermedias, y una de ellas es la de las personas que están pendientes de lo nuevo: las novedades de cada temporada, vengan o no con un gran aparato publicitario, y también los debuts: las nuevas autoras y autores que van llegando con sus primeras publicaciones. Los textos “no consagrados todavía”; las personas que “prometen”, y que pueden no cumplir su promesa, pero quieren (y merecen) su oportunidad.
Para quienes se interesan en lo nuevo, la FIL de Guadalajara estrena un nuevo programa de escritores emergentes: “¡Al ruedo! Ocho talentos mexicanos”, que se propone dar a conocer el trabajo de gente joven, con pocos años publicando y que no está, todavía, dentro del canon nacional.
El programa constará de dos sesiones: una será hoy, martes 27, y la otra mañana, miércoles 28; ambas se llevarán a cabo a las 19:30 horas en el Salón Antonio Alatorre. En ellas, los escritores y escritoras seleccionados conversarán con un moderador, éste sí ya “consagrado” (es muy curioso que esta palabra, al igual que canon, parece provenir del vocabulario religioso, pero dejemos para otro día la discusión filológica).
En la primera sesión participarán Liliana Pedroza (Historia secreta del cuento mexicano, UANL), Mariel Iribe Zenil (El último intento, Tierra Adentro), Alejandro Vázquez Ortiz (El emisario, Caballo de Troya) y Darío Zalapa (Perro de ataque, Ediciones B), con Cristina Rivera Garza. En la segunda, Antonio Ortuño acompañará a Laura Baeza (Ensayo de orquesta, Tierra Adentro), Abril Posas (El triunfo, Paraíso Perdido), Josué Sánchez (En el pabellón de las dieciséis cuerdas, Tierra Adentro) y Gabriel Rodríguez Liceaga (¡Canta, herida!, Paraíso Perdido).
Para buscar en la FIL
En años por venir, sin duda, veremos a muchos más escritores emergentes en la FIL. He aquí a cuatro más que ya tienen libros disponibles en la Feria: Roberto Wong (París DF, Galaxia Gutenberg), Nora de la Cruz (Te amaba y me chingaste, Vodevil Ediciones), Iliana Vargas (Habitantes del aire caníbal, Resistencia) y Eduardo Sangarcía (El desconocido del Meno, Tierra Adentro). Si los encuentran, me avisan.
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