Con el libro Voces y ecos literarios (Ediciones Cal y Arena), Alfredo Campos Villeda (Ciudad de México, 1967) intenta demostrar que la entrevista no solo auxilia a la nota o el reportaje, sino que puede considerarse un género literario.
Salman Rushdie, Alessandro Baricco, Arturo Pérez-Reverte, Ligia Urroz y Mircea Cărtărescu son algunos escritores con los que el director de MILENIO Diario se sentó a charlar en el lapso de una década, de manera presencial y remota. Eligió las veinte entrevistas más memorables para conformar la obra, dividida en tres apartados: “Festivales y ferias”, “Letras de casa” y “Conexión remota”.
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“Uno de los recursos que utilizo es siempre ir con las peores expectativas: se va a poner mamón, va a querer que sea rápido, va a tener prisa, no va a contestar las preguntas. Pero en las veinte que están aquí todo salió de maravilla”.
El libro, que Campos Villeda presenta este sábado en el Salón E de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara 2024, a las 20 horas, abre con el francés Jean-Marie Gustave Le Clézio, Nobel de Literatura en 2008. “Es la más relevante en cuanto al inicio de entrevistar escritores, es la que más me gusta, la considero el punto de arranque”.
El hilo conductor de Voces y ecos literarios es “indagar sobre el proceso creativo de cada autor, asomarse al enigma del artista”, explica. Y recuerda que ante Rusdhie llegó con “cierto cuidado por el personaje que es”, pero el autor de Los versos satánicos, además de afable, “hizo dos o tres bromas”. Otro al que acudió con expectativa adversa fue Baricco, quien resultó “fantástico, me contestó todo y le posó al fotógrafo”.
La clave de una buena entrevista, en opinión de Alfredo Campos Villeda, está en “conocer al personaje, porque si no lo conoces se da cuenta y empieza a contestar cualquier cosa”. Su preparación consta de leerlos, buscar datos y echar ojo a otras entrevistas “para no preguntar algo que ya se sabe”. También escribe una guía de preguntas, “sobre todo cuando no son en español, para no equivocarme”.
Con la pandemia de covid-19, las plataformas de enlace remoto se volvieron recursos cotidianos para las charlas periodísticas. Por eso el tercer apartado del libro se enfoca en las entrevistas que el director de MILENIO Diario hizo vía Zoom y correo. “A Cărtărescu lo he entrevistado dos veces por correo y es muy generoso en sus respuestas. A diferencia de la belga Amélie Nothomb, que fue un tanto parca, pero todas las respuestas eran pura carne para el periodista”.
“A veces los entrevistados hablan de un tema que no tenían considerado y, si me interesa, sigo preguntando sobre eso. Pero las preguntas son básicamente sobre cosas públicas, por ejemplo: a Amélie le pregunté sobre la música que escucha y me dijo que metal; esos son detalles que retratan al personaje”.
Del tiempo para intercambiar palabras con sus interlocutores, Alfredo Campos Villeda se acota a veinte minutos, media hora máximo. Aunque celebra cuando ocurren casos como el del poeta Homero Aridjis: “Estuvimos dos horas en su casa y fue extraordinario porque me contó un montón de historias con una calma del mundo”.
Por último, Alfredo Campos Villeda reconoce a un maestro en el arte de la entrevista: Vicente Leñero. “Siempre ha sido un referente para mí en cuanto a su escritura, sus libros los valoro mucho; tiene un libro básico para aprender periodismo, Asesinato”.
hc