Dacia Maraini: “La primera cosa que busco en la literatura es la paz”

Dacia Maraini (Florencia, 1936) lleva en sus ojos el mar azul más profundo que haya visto. Tiene una sonrisa de niña traviesa y toda la elegancia y glamour italiano.

Sin embargo las cosas no han sido sencillas para la eterna candidata al premio Nobel de Literatura: con tan solo siete años de edad, huyendo del fascismo, fue internada en un campo de concentración en Nagoya, Japón, donde casi perdió la vida.

En entrevista MILENIO, la escritora comenta que decidió contar por primera vez su historia en Vita mia. Memorie di una bambina italiana in un campo di prigionia.

¿Cómo fue el proceso de escritura?

En el libro relato mi experiencia en el campo de concentración pero todavía no está traducido al español. Es mi vida día tras día con todos los detalles. No es un diario, es más un recuerdo, son mis memorias con todos los detalles. Nunca lo había relatado porque algo así me causaba dolor pero pensé que en este momento un testimonio de este género, de este tipo, es importante.

¿Fue liberador escribirlo?

Sí, la literatura sirve también para liberarse. En la literatura, a menudo si es buena literatura, es como hacerse un análisis psicoanalítico y tiene una capacidad de liberar; ayuda mucho escribir.

La prestigiosa autora cuenta que entiende el español, dice “grazie”, toma asiento en la biblioteca donde se desarrolla la entrevista. Está rodeada de libros, cuadros y dibujos. Todos en el lugar hemos quedado en silencio ante su figura y la paz que irradia su sonrisa.

¿Qué ha significado la literatura en su vida?

Me ofreció la conciencia de la pluralidad de las culturas, de las ideologías, de los valores y es muy importante para compartir con los demás. No estamos solos, somos una red y tenemos que aprender a convivir.

¿Ha tenido una vida plena, feliz?

Mi vida ha sido afortunada porque he tenido dos papás muy abiertos, tolerantes y también coherentes con sus propias ideas. La única cosa dramática de mi existencia fue el campo de concentración, eso sí me afectó. Fue la experiencia más dramática de mi vida y fue muy grave. Luego, creo haber vivido una vida bastante sencilla, austera, nunca busqué dinero, riqueza o lujo, pero me interesa mucho la relación con los demás. Las relaciones de amistades, del amor, la sexualidad, la amistad son lo más importante y más apreciado de la vida. De hecho, yo mantengo amistades desde cuando era niña.

Maraini es creadora de una obra poderosa en la que toca temas como el feminicidio, el patriarcado, el amor, el sexo, la historia y la libertad en libros como La larga vida de Marianna Ucria o Amor robado, con testimonios reales de mujeres violentadas.

Las mujeres son un tema primordial en su obra, parece que están en “pie de guerra”. ¿Lo considera así?

No quisiera yo que fuera una guerra, es más una toma de conciencia porque la guerra, la violencia, nace de una falta de conciencia. Y cuando un hombre se identifica con el poder, con el proceso, con el control, no tiene una relación de par a par con una mujer y la considera su propiedad, pero las mujeres no son propiedad de nadie. Creo que habría que trabajar mucho sobre la educación de los niños, desde los más chiquitos, enseñándoles a respetar al otro. El ser humano es sagrado y lo digo como laica, no es algo religioso. Yo creo que el ser humano es sagrado, no puede ser maltratado, despreciado, asesinado. Son reglas universales que no dependen de ninguna religión. El ser humano debería de tener algunos valores universales.

¿Qué busca usted en la literatura?

La primera cosa que busco en la literatura es la paz porque yo conocí la guerra. Sé que si no hay paz la guerra destruye el pensamiento, la palabra, la complejidad. Todo se transforma en elemental, amigos y enemigos, pero la vida no es así, la vida está hecha de relaciones, de complicaciones, de profundidades, de conocimientos, de lazos personales. Para mí, la guerra es el peor horror que pueda pasar en el mundo, como en este momento que hay un aire de guerra que sopla por el mundo, creo que esta es mi preocupación mayor.

¿Qué le interesa en estos momentos?

Ahora me interesa el bienestar, el bienestar espiritual pero de todos, no solamente de las mujeres sino de todos. La armonía me interesa. Cuando digo que la amistad es más importante que el amor, es porque está vinculado a la sexualidad y el sexo es impredecible, salvaje, incontrolable. Mientras que la amistad puede ser armónica, linda, puede durar una vida entera y no implica las dificultades y las contradicciones que implica el sexo.

¿Qué le gustaría que pase con su presencia en la FIL Guadalajara?

Acepté la invitación muy feliz. Pienso que la literatura puede unirnos porque está fundada sobre el conocimiento del otro bajo el punto de vista científico, político, pero también de la vida. Se entiende la psicología del otro, las intenciones, los sueños y deseos de los demás. La feria es un gran ejercicio humano que lleva a construir relaciones que se basan en el conocimiento del otro, creo que los libros son un medio para conocer y aprender.

Dacia Maraini estuvo casada con el escritor y periodista Alberto Moravia. Fue amiga y colaboradora de Pier Paolo Pasolini. Ella y su esposo viajaron por el mundo con el artista y cineasta y se dice que a veces Maria Callas se unía al grupo. En 2022, la autora escribió el libro Querido Pier Paolo.

¿Cómo fue su relación con Pasolini?

Pasolini fue un amigo muy importante en mi vida. Yo lo conocí en los últimos 10 años de su vida, no, tal vez 15 años. Fue una amistad muy importante porque me dio un ejemplo de coherencia, de inteligencia, de espíritu crítico. No era un hombre feliz, buscaba algo que no encontraba, buscaba la pureza pero en la política no hay pureza, y él estaba en contra de todo el mundo político. Buscaba la pureza también popular, entre las clases populares; al principio la identificó con los campesinos del pueblo de Casarsa, donde nació y donde su mamá tenía su casa y luego se decepcionó. Se fue a Roma pero no encontró lo que buscaba y fuimos varias veces a África negra, no la turística sino la más arcaica, para buscar la pureza. Fue una experiencia muy bella, complicada, aunque de gran creatividad.

¿Pasolini encontró lo que buscaba?

Él era conocido en Italia como un enemigo público porque era homosexual y en aquel entonces la homosexualidad era un escándalo. Pero era un hombre que iba en contra del poder, era un hombre muy crítico, lo consideraban agresivo, violento, pero en la vida privada era tranquilo, sereno, amable, muy delicado, sensible, era otra persona.

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