En estos tiempos de tiranos, opresores y falsos líderes que conducen a la efervescencia social, para Francisco Hinojosa el mejor escudo es el humor. El humor negro que permite hablar de temas incómodos y al mismo tiempo despertar al lector.
Hinojosa presenta una colección (casi) completa de sus cuentos más sobresalientes o recordados —incluso podría decirse que más importantes—. El título hace que la obra se describa por sí sola: Profesores, tiranos y otros pinches chamacos, editada por Almadía, es una revisión que se convierte en una historia de vida cuando el autor mira hacia atrás y cae en cuenta que se trata de un compendio que ha venido armando durante 40 años, desde que tenía 25 y comenzó su carrera literaria hasta ahora, cuando a los 65 se ha convertido en un maestro del humor negro, que en estos tiempos políticamente correctos es un instrumento solo para los valientes.
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“Me ha pasado que, en alguna escuela, una preparatoria, por ejemplo, cuando leo ‘Los pinches chamacos’ alguien se levante y me diga: ‘¿De qué te ríes si están matando a alguien?’ Ese es el momento oportuno para hablar, no sólo de la violencia, sino de cómo esa violencia puede ser vista a través del humor”.
En charla desde la Feria del Libro de Guadalajara, Hinojosa reconoce que son tiempos para estar preocupados, pero también esperanzados, porque con cada cambio llega una oportunidad. Lo importante es diferenciar al profesor del tirano.
“Se puede aprender mucho de Trump y de Maduro porque justamente nos dan las herramientas para diferenciar una cosa de la otra. Es como leer un mal libro; siempre leer un mal libro nos aporta algún conocimiento. Ver que esta realidad existe, que es muy fuerte, y que está muy bien afianzada, nos enseña cuáles son los límites a los que podemos llegar”.
Hinojosa comparte con sus lectores el transcurrir de su vida a través de sus cuentos, historias que han madurado al paso de los años, de mano de quienes se han convertido en sus fieles seguidores: adultos, jóvenes y niños que leyeron La peor señora del mundo, que narra los métodos de una cruel mujer que castiga a sus hijos, y cómo los habitantes del lugar donde habita encuentran la forma de terminar con su dictadura, con una ingeniosa estrategia. Paradójicamente, una historia que, en estos tiempos, pareciera un instructivo de cómo sobrevivir a la metamorfosis global.
El autor comparte este compendio con un sencillo pero elocuente mensaje para sus lectores: “No los abandono, el humor con el que están escritos los libros para niños está también presente en lo que escribo para jóvenes y adultos. La única instrucción es divertirse y disfrutar”.
ÁSS