Desde el primer volumen de Tsunami, las preocupaciones y las urgencias de las mujeres “no es que hayan sido resueltas”, reflexiona Gabriela Jauregui en entrevista desde la Feria Internacional del Libro de Guadalajara. “Hay muchas cosas pendientes para las mujeres en nuestro país; sigue habiendo una violencia muy brutal, pero creo que nuestro accionar, nuestro politizar y nuestras resistencias en torno a esas violencias sí se van moviendo de lugar”.
En Tsunami 3, que se presentó ayer en la FIL Guadalajara 2024, la escritora reúne textos de 13 mujeres que hablan de la violencia en el cuerpo-territorio, así como de la urgencia frente a la crisis climática y, al mismo tiempo, hacen un eco de las experiencias y las luchas desde lo íntimo visibilizando una diversidad de experiencias
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En el primer volumen se nombra la violencia de género explícita. El segundo, enfatiza los diferentes tipos de violencias que atraviesan a las mujeres, pensándolas desde la condición de cada una. Mientras que en el tercero, “sigue habiendo esa violencia misógina, claro, se manifiesta de formas distintas en distintos cuerpos, pero además de todo hay algo más grande que es un sistema del mundo que nos está matando y que va en contra de la vida, que es el necrocapitalismo”, explica Jauregui. También se habla de lo que “estamos haciendo para defender el cuerpo, el cuerpo-territorio, la madre, las abuelas, la memoria, pero también la madre tierra”.
Reunir y editar estos textos, cuenta Jauregui, ha sido el gran privilegio de su vida, “porque en muchos casos hablan de situaciones muy vulnerables. Para mí es una labor de cuidado, no desde el lugar de decir ‘yo sí sé, tú no sabes y vamos a corregir’”.
Entre las voces que componen Tsunami 3 se encuentran activistas, poetas, defensoras del territorio, cineastas, ensayistas, antropólogas, escritoras, artistas y abogadas. Estas mujeres plasman sus sentires y experiencias en textos que no se limitan a una forma concreta: combinan poesía, ficción, cuento, prosa, ensayo. “Cada texto es un mundo y eso, como reto editorial, es muy emocionante. Contarnos no se puede hacer de una sola forma, solo en el ensayo, o solo en el cuento, o solo en el poema; se hace de mil formas, pero es muy hermoso y divertido”.
Este maremoto de voces, dice la compiladora, es una muestra de cómo, a pesar del contexto de violencia, las mujeres se siguen transformando: “Vamos aprendiendo a tejer redes entre nosotras y lo veo claramente con las respuestas de las compañeras de Tsunami 1, Tsunami 2 y Tsunami 3. También veo cómo hay matices dentro de eso que va cambiando porque los tiempos cambian y porque somos mujeres vivas, felizmente, adaptándonos con los tiempos. Siento que si Tsunami se hubiera quedado idéntico en sus tres volúmenes hubiera sido un mal libro; el hecho de que refleje esos cambios me da mucha satisfacción”, concluye.
ÁSS