El periplo amoroso de Renato Leduc y Leonora Carrington

FIL Guadalajara 2018

José Luis Martínez S. escribió un ensayo que contextualiza la única obra en la que ambos colaboraron: XV Fabulillas de animales, niños y espantos.

Leonora Carrington. (Archivo Lee Miller)
Víctor Núñez Jaime
Guadalajara /

Hay vidas y pasiones que se clavan como dardos en el corazón. Hay, de pronto, una ristra de aventuras, delirios, sucesos históricos y personajes que coinciden y se mezclan para dar como resultado excepcionales historias que encandilan. La del mexicano Renato Leduc y la inglesa Leonora Carrington es una de ellas. Ambos se conocieron en París, se reencontraron en Madrid, se casaron en Lisboa, se amaron en Nueva York y se dejaron en México. ¿No lo sabían? Entérense. 

Los detalles de ese efusivo periplo transcurrido en años clave del siglo XX los cuenta José Luis Martínez S. en un puntilloso y bien documentado ensayo que contextualiza la única obra en la que Leduc y Carrington colaboraron y que ha sido arrancada del olvido este año. Se llama XV Fabulillas de animales, niños y espantos (Vaso Roto), fue publicado por primera vez en una edición de 300 ejemplares en 1957 y representa el clímax de la relación de esta pareja legendaria en el arte y la cultura de México. 

Fue el afán de Martínez S. por hacerse con todas las aristas de la vida de uno de los personajes que conoció y admiró en su época de aprendiz de periodista el que le llevó a desentrañar la conjunción entre la pintora y el escritor. Además de envolvernos en la época, los escenarios y los personajes que giran en torno a ellos, tiene a bien sacudirnos con un par de desgarradoras cartas de la inglesa surrealista, que reflejan el carácter, la intensidad y las dificultades de su amor. 

En la primera, fechada el 22 de septiembre de 1941, ella escribió:

“Muero lenta y dolorosamente por las ganas de verte, vuelve pronto. Solo abriré la trampa de los fornicadores (la cama) cuando regreses. No me atrevo a acostarme sola en tal artilugio, tendría miedo de caer en el abismo que hay en medio”. 

En medio de la soledad, también expresó su angustia:

“Regresa pronto pronto, Renato. Tengo ganas de ti y me vuelvo loca sin ti. Ven pronto. Estoy angustiada, te necesito. ¿Tienes idea de cuánto te necesito? No voy a dejar de escribir hasta que regreses, así tu ausencia es menos terrible […]. Renato, por el amor del diablo ven pronto”. 

No hay tiempo para reponerse. En la segunda misiva, autógrafa y sin datar, quizás a punto de romperse todo, aflora la desesperación: “¿Qué debo hacer? ‘Sacrificarme’ —es decir ¿quedarme en casa como mártir, poniéndome fea, amargada e insoportable? ¿Partir? ¿Ahora que me amas y yo te amo? ¿Sí? ¿No? O bien ¿hay una solución menos dramática y más feliz para los dos?” 

Pero luego, como para arribar a una mesura chispeante, están los poemas de él y las viñetas de ella. Está, desde luego, el poema preferido de Leduc (“Epístola a una dama que nunca conoció elefantes”), nacido en P arís como su unión con Carrington. Y, solo entonces, tal vez en un guiño surrealista, el uno y la otra parecen dialogar con trazos y versos que se bifurcan en la imaginación.

Presentación de libro:

'XV Fabulillas de animales, niños y espantos'

Participan: José Luis Martínez S. y Xavier Velasco

30 de noviembre, 20 horas

Salón E, Área Internacional

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