La palabra género no estaba en circulación en los años 70, recordó Rita Segato en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara. Durante la conferencia Cuerpo, género, soma psíquico y consciencia: para qué pensar el cuerpo en tiempos de fin del mundo, la antropóloga y activista feminista argentina señaló que actualmente parece tan natural hablar de género, “pero la fui a buscar a la gramática y la traje a la antropología; el cuerpo no determinaba todos los otros estratos de composición de la persona”.
Acompañada de la escritora Julia Santibáñez y la diputada jalisciense Mara Robles Villaseñor, apuntó que el cuerpo “no es garantía de quién somos”, aunque “sí tenemos la mirada del mundo sobre nuestros cuerpos, pero no garantiza que podamos actuar desde un ser femenino”.
“El cuerpo no es garantía de quién somos”, insistió.
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Después de haber atravesado el proceso de la conquista y la colonización, se inventó el determinismo biológico, informó la Profesora Emérita de la Universidad de Brasilia. “Ahí se inventa la raza como una atribución de un organismo y biología al derrotado, al vencido; al usurpado de sus territorios se le racializa. La raza es una invención conveniente a la colonial modernidad”.
Cuando Rita llegó a Europa para redactar una tesis, se encontró con una mayor circulación de la palabra género. También con “la idea de que el feminismo debe desmontar el determinismo biológico, cosa que ahora ciertos feminismos parecen ir a un retraso y a decir que no. ¡Qué absurdo! Si ese fue nuestro primer paso”.
El fin de la "antropología feliz" de Segato ocurrió al toparse con la violencia.
Para la académica, los crímenes sexuales de mujeres se convierten en crímenes menores porque, "aunque aparezca un cuerpo de mujer en pedazos y nunca se pueda atribuir a una relación de intimidad, siempre acaba siendo empujado al rincón de los crímenes menores".
¿Por qué? Rita responde: "Porque la figura mujer, porque lo femenino, está anclado en un espacio doméstico que ha sido completamente despolitizado".
"Pero no fue siempre no político a lo largo de la historia; ese espacio político, ese espacio doméstico, no era ni íntimo ni privado, y continúa siendo así en sociedades de estructura comunal. Y en nuestro mundo latinoamericano, en nuestro espacio doméstico, hay girones de comunalidad. Pero la privatización de ese espacio hace que todo lo que nos suceda sea el efecto de la intimidad, aunque a veces no tenga nada que ver con ella", agregó.
Cuando visitó Ciudad Juárez, Rita se encontró con un "espectáculo de impunidad", repleto de crímenes del poder.
"México se ha juarizado. Son crímenes de poder y control jurisdiccional; ahí se expresa una autoridad que habla desde un lugar oculto y expresa que puede, que tiene un control. Es un crimen expresivo de un mundo adueñado", reflexionó sobre el panorama que encontró en la ciudad fronteriza.
Aclaró que no usa el término narco-estado porque en la imaginación colectiva "todavía existe algún grado de fe estatal, que creo no debería ser pero la hay; nos encaminamos a un momento donde no debería haber más una fe jurídica".
"La violencia sexual indica, muestra y permite leer la tendencia de una historia, su rumbo y su deriva, hacia la tragedia del presente", resaltó la antropóloga.
HC