Rodrigo Ímaz, el arte como herramienta de pensamiento: “La humanidad que vive en una suerte de medievo tecnológico”

FIL Guadalajara 2025

Para el artista mexicano, quien presentó su libro 'Aquí', en su obra hay una crítica hacia el proyecto de la modernidad, una denuncia al colonialismo y el capitalismo más salvaje, y una parte de humor.

El artista presentó un libro que recoge los hitos de su trayectoria | Sandra Bautista
Guadalajara /

En un mundo acelerado por “vehículos digitales” que nos han convertido en una “humanidad superficial”, Rodrigo Ímaz invoca la calma y la reflexión crítica desde la creación artística, que desarrolla en trincheras como el dibujo, grabado, escultura y cine.

Habla con MILENIO en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, a la que vino a presentar Aquí, libro editado por Sexto Piso que funciona como retrospectiva de su trabajo, temáticamente extenso: “Hay muchas capas que subyacen en mi obra: la relación de los humanos con nuestro entorno, esa manera en que el antropoceno se hace de los recursos; hay una crítica hacia el proyecto de la modernidad, a su fracaso, su carencia de algunos sentidos como la justicia y la dignidad; también una denuncia al colonialismo y el capitalismo más salvaje; y una parte de humor, que tiene que ver con la incorporación de símbolos populares”.

Foto: Sandra Bautista

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El arte, una herramienta de pensamiento

“Me da mucho orgullo porque es un producto digno donde trabajó gente muy valiosa, que estimo mucho”, dice sobre el tomo, que se nutre con plumas variopintas como Yunuén Sariego, Aldo Sánchez Ramírez, Sylvia Navarrete, Maayan Sheleff, Roberto Gómez Junco y Emilio Araujo.

Interesado en el arte desde antes de matricularse en la entonces Escuela Nacional de Artes Plásticas de la UNAM (hoy Facultad de Artes y Diseño), lo concibe como “una herramienta de pensamiento para poder aprehender, con h, la realidad. Para representar y asimilar mis circunstancias, e incidir críticamente desde su posibilidad de representación”.

“Soy una persona muy soñadora, con una enorme esperanza en mejorar las cosas”, confiesa, aunque aclara que esta postura no omite su ser critico: “Hay que arrojar luz en aquellos temas que no volteamos a ver, lo que echamos debajo del tapete”.

Desde sus esculturas, instalaciones y películas, Ímaz también pugna por generar conexiones profundas y reales, muy importantes en tiempos donde “el contenido se ha vuelto muy banal, superficial. Estamos encerrados en un individualismo digital que nos está volviendo una humanidad que vive en una suerte de medievo tecnológico”.

“Cada vez hay menos interacciones humanas, veo a los jóvenes y parece que están perdiendo la parte física, de entender su espacio personal. Yo crecí sin el mundo digital y todo era subirnos al árbol, correr, caernos. Me parece importante que no perdamos eso”.

Foto: Sandra Bautista

El sentido crítico y el fracaso

Exalta la existencia la FIL Guadalajara, bastión de la lectura, a la que define como un espacio vital donde “se nutre el sentido crítico, el léxico, el glosario de conceptos con los que nombramos al mundo e interactuamos con otras personas”.

Otro baluarte personal es el futbol, que pudo jugar de manera profesional en Puebla, pero rechazó la oferta para abocarse a la creación: “Es un espacio interesante donde hacemos un simulacro del mundo, con esta esfera que flota, que jugamos y balanceamos. Pero también es la carrera que no tomé; en mi catálogo hay un montón de balones ponchados que tienen que ver con la carrera truncada, el fracaso, la ausencia, la pérdida”.

“Pero fracaso es un verbo importante en el arte, porque fracasar con el material es aprender a usarlo. Creo que el fracaso es un muy mal entendido éxito que debemos abrazar, de él aprendemos más”.

Al cierre de la charla, Rodrigo Ímaz comparte las cino figuras, de diversas disciplinas creativas, que convocaría para echar una cascarita sin tiempo extra: “Pessoa podría jugar en todas las posiciones; a Johan Cruyff es alguien que quisiera a mi lado; veo a Neruda de portero; Paul Auster podría ser un buen goleador; y Gabriel Orozco juega bien al futbol, como un mediocampista con dos perfiles, una vez jugamos en el Ajusco”.

Foto: Sandra Bautista

HC

  • Yair Hernández
  • juan.hernandez@milenio.com
  • Es periodista especializado en temas de cultura y entretenimiento. Actualmente trabaja como reportero para Milenio.

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