Sasha Grey, la actriz porno que en algún tiempo se erigiera como la número uno en la industria de San Fernando Valley, la protagonista de The Girlfriend Experience de Steven Soderbergh, la fotógrafa del libro de autorretratos Neü Sex y sobre todo la autora de The Juliette Society, la exitosa novela en la que el lector es conducido por particulares atmósferas de erotismo y violencia, está por segunda ocasión en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) para presentar La habitación prohibida, la segunda entrega de una trilogía inspirada en sus lecturas del Marqués de Sade y en la realidad, la propia, la de Marina Ann Hantzis, porque, como señala: “mis libros no son pura fantasía; hay que tener en cuenta que aunque hay escenas fuertes, todo eso tiene un sustento real”.
La habitación secreta no solo muestra a otra Catherine; es otra Catherine, pero también muestra a otra Sasha Grey. “Catherine ha cambiado y yo también”. Incluso, la contraportada del libro advierte al lector que “una vez que Catherine ha vivido los encuentros eróticos más excitantes y participado en los juegos más sensuales, más arriesgados, más liberadores, ahora intenta ese anhelo que la llevará hasta un cuarto aislado y magnético en un hotel misterioso, el lugar donde ninguna chica inocente se atrevería a entrar.
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“Tuve que ser muy cuidadosa, tuve que pensar cómo no poner mucho de mí misma en la historia, construir una mujer en la que otras mujeres se reflejaran, no dar muchos detalles de su fisonomía. Me inspiran algunas personas que veo, que me maravillan”, comenta la autora.
La también DJ, ex integrante de aTelecine, el colectivo en el que compartía escenario con su entonces pareja, el cineasta Ian Cinnamon, dice que no sabe cómo ha desarrollado esa especie de multidisciplinariedad que se ha vuelto cotidiana: “Pienso todo el día en ello”.
Entre la música, la fotografía y la escritura, “me gusta escribir porque es algo que hago en soledad. La escritura es algo mío que luego comparto con los demás; puedo tener control de todo lo que ahí sucede. La música es como una traducción de lo que escribo, no me considero cantante, a través de la escritura llego a la música. Escribir es tan fácil que no necesito nada más que un papel y una pluma”.
Ante la ola feminista del #MeToo, Grey dice que es algo que apoya, pero que “me conflictúa. Creo que todos los apoyos son para quienes pertenecen a la esfera de Hollywood. Quienes están fuera, es decir las mujeres que pertenecen a las minorías y que tienen pocos recursos, siguen sufriendo violencia, y las cosas no van a cambiar pronto. Es algo que incluso viví antes de ser Sasha Grey y lo vivieron también algunas amigas. Creo que, además de hablar de la gente que sufre, debe hablarse de las mujeres que luchan contra ella. Las mujeres deben saber que no están solas”.
vmm