“La arquitectura debe ser una plataforma para que cada quien, con su cultura, su historia y su condición y naturaleza la habite de la forma en la que lo necesite. Cuando logré hacer eso consciente entendí que había que pensarse desde el núcleo doméstico que permite así desarrollarse. Desde entonces he construido la mayor parte de mi vida académica, profesional y política con esta idea: empezar alrededor de la casa”. Así rememoró Tatiana Bilbao la forma en que concebía la arquitectura al inicio de su exitosa trayectoria luego de recibir el Premio ArpaFil 2023, que le otorgó la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara y el Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD) de la Universidad de Guadalajara (UdeG) en el Salón Juan Rulfo, que lució lleno.
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A través de su discurso, Bilbao condujo a los asistentes hacia su despacho a través de los años y cómo su idea de la arquitectura se ha transformado. “Cuando me convertí en madre y mi cuerpo se volvió arquitectura para Simona y Elisa, aprendí que la arquitectura es el acto fundamental que todos necesitamos para habitar y que sobre todo nos provee de una necesidad básica que es la protección de la vida. Más adelante, decidí que la arquitectura no se hace en individual; se hace en colectivo, y empezamos a generar viviendas a distintas escalas”, dijo.
En algún momento de la ceremonia Marisol Schulz, directora de la FIL Guadalajara, definió la obra de Bilbao como “una obra que mezcla la sensibilidad de la estética con la sensibilidad de lo social para crear edificios bellos, útiles, sostenibles y asequibles. Tiene la contundencia de un haiku y, al mismo tiempo, la conciencia social de un manifiesto”. Bilbao amplió esta idea cuando dijo: “Las viviendas necesitan volverse entes de cooperación, de cuidado, espacios en donde podamos sostener nuestros cuerpos, donde podamos tener el primer hospital, la primera escuela, el primer lugar de alimentación, en todos los sentidos, no solo físico sino de cultura, de comunidad, de amor, de educación. Espacios en donde podamos generar las actividades que requiere el cuerpo para existir. Necesitamos al otro para que nos cuide y así poder existir, porque no existimos sin el otro. Si no estamos en el vientre de alguien más, de una mujer, no existimos. Qué impresión que hayamos podido ver a la arquitectura desde ahí. Siento que es nuestra primera casa. Todos hemos pasado por ahí, no podemos no pasar por ahí, no podemos existir si no pasamos por ahí. ¿Cómo podremos entender la arquitectura desde esa primera conciencia y cómo podríamos transformar la forma en la que nos acercamos? ¿De qué manera las que tuvimos la oportunidad de habernos vuelto arquitectura podríamos aprovechar para concientizar ese conocimiento? Los que ya hemos tenido la oportunidad de serlo, podríamos empezar a recordarle a toda la humanidad cómo es ese espacio”.
La arquitecta agradeció el premio a los organizadores y al final de la ceremonia convivió con decenas de alumnos de arquitectura del CUAAD, con quienes se sacó fotos.
En entrevista, compartió: “Un premio promueve más que oportunidades. Es una gran responsabilidad hacerle honor a un reconocimiento. Por otro lado, pienso que los premios sí alientan. Un premio significa que alguien está reconociendo lo que se hace y te da gasolina para seguir”.
Nuevos proyectosDe un monasterio a las nuevas formas de hacer vivienda
Bilbao anunció que su despacho realiza “un proyecto muy significativo de toda la vida. Se trata de la construcción de un monasterio en Alemania para una comunidad de monjes cistercienses que me tiene muy apasionada. También estamos haciendo varios proyectos para retar los preceptos de cómo se hace la vivienda. Nos interesa proponer, de fondo, espacios que cuiden a los cuerpos y no espacios que los discriminen como lo hace la actual vivienda. Se trata de viviendas financiadas por distintas entidades”. Recordó que su despacho “está en constante investigación”. Los socios tenemos una fuerte inclinación por tener presencia en la docencia, estamos presentes en varias universidades del mundo, dando clases y haciendo talleres. Hemos sido reconocidos y tenemos varios proyectos de exposiciones de nuestro trabajo en muchas partes del mundo”.
ÁSS