Al investigador mexicano Rául Cano Monroy, quien se ha dedicado a estudiar la obra La mesa herida, de Frida Kahlo, no le cuadra la historia de su repentina aparición, publicada este fin de semana en el periódico La Voz de Galicia, en la que el marchante gallego, Cristian López, asegura que el cuadro está en Londres en una bóveda de alta seguridad y no solo eso, sino que está a la venta. Quien la quiera en su colección, tendrá que pagar entre 40 y 50 millones de euros.
Raúl Cano, quien desde 2017 se ha dato a la tarea de seguir los indicios de esta pintura, dice en entrevista con MILENIO que: “Necesitaría ver el cuadro en vivo para afirmar o negar su autenticidad. Lo que lo que sí puedo afirmar es que la historia no concuerda por el año, ya que en 1956 Ignacio Márquez Rodiles estaba en México, Rosendo Soto y Naya Márquez, quienes fueron los otros dos comisarios junto con Márquez Rodiles, regresaron desde finales de 1955 de Alemania. Para 1956 se les comisiona a la Fundación de Artistas Mexicanos Unidos y a la galería del Frente Nacional de Artes Plásticas para recibir al grabador polaco Tadeusz Kulisiewicz, que vendría al año siguiente a Mexico”.
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No obstante, el comerciante gallego afirma haber dado fin a 65 años de misterio, con otros dos socios mexicanos, propietarios de la empresa The Billion Art, dedicada a la compra-venta de obras de arte, al presentar una fotografía a todo color de La mesa herida de 1.2 metros de altura por 2.44 de largo.
“En 1956, dos años después de la muerte de la pintora, su esposo, Diego Rivera, quiso recuperar el cuadro con el apoyo de su amigo Ignacio Márquez Rodiles, que finalmente fue uno de los responsables de la desaparición, además de ser uno de los encargados del manejo del cuadro entre México y la Unión Soviética. A la obra se le perdió la pista en Varsovia, pero nunca llegó al destino ni tampoco regresó a su origen”.
La mesa herida, que pintó Frida Kahlo en 1940, ha sido buscada por Helga Prignitz, reconocida como la máxima estudiosa de la vida de la artista mexicana, así como por la critica de arte Teresa del Conde, ya fallecida.
México prepara exposición
Raul Cano Monroy, adelanta su teoría sobre el verdadero paradero de La mesa herida que compartirá próximamente en una exposición en la que está trabajando para el Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo, la cual se ha tenido que postergar por la pandemia del covid-19.
La investigación, detalla Cano, “será una reconstrucción de la itinerancia del cuadro por Europa con la exposición del Frente Nacional de Artes Plásticas de acuerdo con los testimonios de los propios protagonistas: Rosendo Soto que fue el museógrafo: él murió en 1994 y nadie lo entrevistó, pero montó el cuadro y supo quién fue el enlace entre Varsovia y la URSS”.
El también historiador del arte, apuntó que otro de los involucrados en la famosa exposición fue: “Ignacio Márquez Rodiles, lo entrevistaron en los años 90 pero ya tenía pérdida de la memoria y dijo no recordar nada, solo que entregó la comisaría de la exposición a Ignacio Aguirre, quien moriría en 1990, y a Marco Arturo Montero, quien no dejó testimonio alguno. La otra protagonista del caso fue Naya Márquez, fallecida en 2007, ella llevó el registro de la exposición en varias sedes y posiblemente haya recordado con quienes trataron desde la URSS. Este último dato no se sabía hasta que en 2017 sacamos a la luz en la exposición del Frente Nacional en el Museo Estudio”.
El experto refiere que “los indicios son de en dónde pudo haberse exhibido después, pues muchos creen que el cuadro fue destruido, pero nunca se ha comprobado que así fue. Yo pienso que no, porque si hubiese sido así, en la misma situación estaría la obra Gloriosa victoria de Diego Rivera que apareció en Rusia, el mural con el cual rompió relaciones con el frente nacional definitivamente en 1956”.
Antecedentes
Hace casi un año, el 25 de junio de 2019, un hombre fue detenido en el estados de Morelos, al intentar certificar un contrato privado de compraventa de la obra La Mesa Herida de la pintora Frida Khalo, cuadro que se encuentra extraviado desde 1955.
El individuo se presentó a la oficina de certificaciones y apostillados de la secretaría de Gobierno de Morelos para que la autoridad certificara un contrato privado de compra venta de dicha obra, el cual debía ser enviado de inmediato al Reino Unido, pero todo quedó ahí.
En ese tema del apostille de compra venta de la supuesta obra de Frida Kahlo, en su momento el INBAL respondió: “No sabemos nada de la pintura, estamos en espera de que se confirme el hallazgo de la pintura”.
En ese momento era determinante su intervención debido a que tiene la obligación, de acuerdo con el artículo 2o. del decreto emitido el 18 de junio de 1984 en el que se declaró Monumento Artístico toda la obra de la pintora mexicana Frida Kahlo, de proteger el acervo, sea propiedad de la nación o de particulares.
PCL