Gardeazabal: el talento mexicano, en su mejor nivel

Con presentaciones en escenarios de Europa y Asia, la soprano agradece el apoyo de Javier Camarena y destaca la nueva ola de intérpretes nacionales.

Es una de las voces mejor cotizadas en escenarios como el Palau de les Arts, en Valencia. Mar Álvarez
Laura Cortés
Ciudad de México /

A principios de 2015, en el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo, en Colombia, se realizó el concierto Javier Camarena y los grandes de la lírica mexicana. Entre esos grandes cantantes estaba la soprano, de entonces 23 años, Karen Gardeazabal Huitrón (Hidalgo, 1992). Así fue su debut internacional: compartiendo el escenario con el tenor veracruzano, catalogado entre los mejores intérpretes de ópera en el mundo.

Para Gardeazabal fue el principio de una carrera internacional que ha ido en ascenso. En los años posteriores no solo ha vuelto a cantar con Camarena, también ha protagonizado importantes producciones operísticas tanto en México como en el extranjero.

Actualmente la joven soprano es una de las voces mexicanas mejor cotizadas en escenarios internacionales como el Teatro di San Carlo en Nápoles, Italia, o el Palau de les Arts, en Valencia, España, donde reside desde hace cuatro años.

El pasado abril, Gardeazabal se presentó en un abarrotado teatro Elbphilharmonie, en Hamburgo, Alemania, con la ópera El retorno de Ulises a la patria, con Fabio Biondi en la batuta.

En entrevista para MILENIO, vía telefónica desde Valencia, habla de sus proyectos y del panorama internacional.

¿Qué ha significado la figura de Javier Camarena en tu carrera?

Ha sido determinante. Me siento muy afortunada de que me haya invitado a cantar con él en varias ocasiones. Es algo que le contaré a mis nietos (risas). El pianista Ángel Rodríguez me lo presentó durante el Concurso Nacional de Canto Carlo Morelli; Javier me dijo que le gustaría que hiciéramos algo juntos. Un año después me invitó a cantar en un concierto de música mexicana en Oaxaca. Después participé junto con otros intérpretes en el concierto de los grandes de la lírica mexicana, en Colombia. Y ese mismo año, 2015, canté con él en la gala Príncipe entre tenores en el Auditorio Nacional. Estoy muy orgullosa de compartir el escenario con un tenor tan talentoso como Javier Camarena.

Después de algunos años de no presentarte en México, recientemente protagonizaste Elixir de amor, de Donizetti…

No cantaba en México desde hace cuatro años. Había tenido breves presentaciones pero no había realizado conciertos o funciones de ópera. Para mí fue muy importante participar en este proyecto con la Orquesta Sinfónica del Estado de México. Me inicié en el coro de esa orquesta a los 17 años. En 2012, cuando gané el Morelli, el maestro Enrique Bátiz, entonces director de la OSEM, me dio la oportunidad como solista.

Rodrigo Macías, su actual titular, tiene ideas innovadoras y es muy minucioso al dirigir a los artistas. La obra se presentó en el Centro Cultural Mexiquense Bicentenario, en Texcoco, un recinto con una acústica increíble. Entre los proyectos de Rodrigo está invitar a intérpretes mexicanos que están haciendo carrera en el extranjero.

A propósito de esto, ¿qué opinas del auge de voces mexicanas en la ópera internacional?

Hay muchos mexicanos triunfando en el extranjero. El panorama es muy prometedor para las voces jóvenes, gracias en gran parte a quienes abrieron brecha como Rolando Villazón o María Katzarava. Ellos le abrieron la puerta a nuevas generaciones como la mía. Incluso hay cantantes mexicanos más jóvenes que yo con carreras prometedoras en los teatros de Suiza y Alemania. Las voces latinas son muy apreciadas por el público internacional. A nosotros nos queda seguir preparándonos para aprovechar esas oportunidades.

El Met y La Scala, sus sueños

Este verano la intérprete debutará el rol de Micaela en la ópera Carmen, en Verona, Italia. Después interpretará a Mimí, en La Bohéme, en Pekín, China, y participará en El Corsario, en Varsovia, Polonia. Además, realizará una grabación en el Festival de Música, en Bremen, Alemania. Por ahora sus roles van de acuerdo a su tesitura de soprano lírico joven, pero su sueño es convertirse en soprano lírico puro y debutar en La Scala de Milán y en el Met de Nueva York con roles puccinianos y verdianos.

“No quiero ponerme límites pero tampoco voy a apresurarme. Esta carrera es muy larga y es de paciencia y resistencia”, asegura Karen Gardeazabal.


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